La alcaldesa de Ripoll y diputada de Aliança Catalana en el Parlamento, Sílvia Orriols, ha calificado de “golpe de estado” de “cuatro resentidos” la moción de censura que puede poner fin a su mandato. En una entrevista en Catalunya Ràdio, la política de extrema derecha ha centrado toda la conversación en denunciar una supuesta conspiración contra ella por parte del resto de partidos del consistorio, con quienes ha sido incapaz de llegar a acuerdos durante el año y medio que lleva en la alcaldía de la ciudad.
De hecho, la imposibilidad de aprobar unos presupuestos la llevó a someterse a una cuestión de confianza para intentar sacarlos adelante, pero la perdió y ahora la oposición tiene hasta finales de semana para formar un gobierno alternativo. Si Junts, ERC, el PSC y la CUP se ponen de acuerdo, Orriols dejará de ser alcaldesa, pero, si al igual que después de las elecciones, son incapaces de articular una mayoría alternativa, los presupuestos de Aliança Catalana quedarán aprobados automáticamente.

Orriols denuncia un pacto contra natura
“Ninguno de los programas electorales contemplaba la posibilidad de unirse para echarme”, ha insistido Orriols. “Es un golpe de estado porque no he perdido la confianza de mis votantes ni del resto de Ripoll”. Aliança Catalana obtuvo 1,401 votos en las municipales de 2023, un 30.76% del total escrutado y un 18% sobre el censo electoral. “[La moción de censura] responde al miedo de ver que un año y medio después no solo no nos hemos estrellado sino que podemos cumplir nuestro programa electoral”.
Orriols se ha jactado de haber cumplido el 70% del programa electoral con el que se presentó a las elecciones y se ha quitado de encima la responsabilidad por no haber cumplido grandes promesas como el cierre de la mezquita de Ripoll o empadronar “a todos” los inmigrantes en situación irregular que viven en el municipio. “Hemos intentado cerrar la mezquita, pero no hemos dispuesto de las mayorías necesarias para hacerlo”, se ha justificado. También ha sacado pecho por haber impedido el empadronamiento de una treintena de migrantes y por haber desempadronado a cien más porque no residían en la dirección facilitada al consistorio, pero en ninguno de los dos casos ha proporcionado las cifras globales de solicitudes recibidas o de migrantes que sí cumplen los requisitos para continuar empadronados aunque estén en situación irregular para tener una visión de conjunto.