De la tensión máxima se ha pasado al barro. La campaña para las elecciones internas de ERC se ha complicado aún más desde que este martes reapareció el caso de acoso de 2019 en la consejería de Exteriors, entonces dirigida por Alfred Bosch. Según avanzó ayer la ACN, cuando Bosch fue expedientado por ERC por no haber activado el protocolo oficial de la consejería para aplicarlo a su jefe de gabinete, Carles Garcias –denunciado por acoso laboral y sexual por trabajadores y trabajadoras del departamento–, aseguró que había sido el presidente del partido, Oriol Junqueras, quien le había dado la instrucción de evitar este procedimiento. El objetivo de Junqueras era, supuestamente, evitar que una información tan sensible llegara a manos de Junts, que era el partido que dirigía Función Pública y habría tenido acceso al caso.

El candidato de Militància Decidim a la presidencia de ERC, Oriol Junqueras / ERC
El candidato de Militància Decidim a la presidencia de ERC, Oriol Junqueras / ERC

Desde que se ha conocido esta información, la campaña de los republicanos, que el sábado deben elegir entre las dos candidaturas que han pasado a la segunda vuelta, ha entrado en una nueva dimensión. En el duelo final se enfrentan, precisamente, el equipo de Junqueras, Militància Decidim, y el de Xavier Godàs, de Nova Esquerra Nacional (NEN). Foc Nou, que era la tercera candidatura en juego y quedó descalificada el día 30 de noviembre en la primera vuelta, ha intentado mantenerse al margen de esta enésima crisis, ya que Alfred Bosch es, junto con Helena Solà, uno de sus líderes y era el aspirante a secretario general. Pero no lo ha conseguido.

Alfred Bosch: «Había un acuerdo, es lo que me guió a mí»

Esta misma mañana, Bosch ha tenido que afrontar las preguntas sobre esta cuestión en la entrevista que tenía prevista en Els matins de TV3 y también ha hablado con El Món. Y ha confirmado su versión, según la cual Junqueras formó parte de la decisión de no activar el protocolo de la consejería, ya que ya se estaba investigando el caso por una vía informal. Aun así, en conversación con este diario, ha admitido que él estuvo de acuerdo o lo aceptó, en aquel momento. «Al final hubo acuerdo. Es lo que me guió a mí. Lo compartieron unos cuantos, era una decisión colectiva», ha dicho.

Alfred Bosch, candidato a la secretaría general de ERC por Foc Nou / Jordi Play
Alfred Bosch, candidato a la secretaría general de ERC por Foc Nou / Jordi Play

Respecto a cuál fue la posición de la entonces secretaria general del partido, Marta Rovira, asegura que no la recuerda. Y subraya que no le parece «un buen momento» para que se filtre este tipo de informaciones. «A mí me interesa que se diga la verdad y ya la dije en su momento. No soy partidario de hacer guerra con esto», ha añadido sobre lo que considera que es «un episodio más de guerra sucia» en ERC, del cual no señala a ningún supuesto responsable.

El entorno de Junqueras cree que Bosch actuó en defensa propia y lo que dijo era «una invención»

Desde otro de los vértices del triángulo, Militància Decidim, aseguran que Oriol Junqueras no tuvo, en absoluto, el papel que le atribuye Bosch. Aunque evitan la beligerancia con uno de los líderes de Foc Nou –que aún puede empujar a sus 824 votantes hacia una u otra de las candidaturas finalistas–, el entorno de Junqueras mantiene que en una reunión del 24 de diciembre de 2019 en la prisión de Lledoners, donde el líder de ERC estaba recluido como preso político por el 1-O, se acordó investigar el caso Garcias y «actuar en consecuencia». Las mismas fuentes aseguran que Junqueras no recuerda la reunión con detalle porque «en la cárcel todos los días son iguales» y tenía muchas. Pero mantienen que los dos testigos que había, Raül Romeva, también encarcelado en Lledoners, y Lluís Juncà, del núcleo del entonces presidente del partido, sí recuerdan la conversación de Bosch y Junqueras perfectamente, y según ellos las instrucciones fueron claras: investigar los hechos a fondo y tomar decisiones.

El equipo de Junqueras, sin embargo, se refiere solo a la investigación que se hizo en el partido. No se pronuncia sobre el protocolo del Gobierno, ya que el líder de ERC no formaba parte del ejecutivo y, por lo tanto, según ellos, es un tema que no se habría abordado en aquel encuentro, siempre según lo que han podido reconstruir hablando con testigos y con la poca documentación a la que tienen acceso. «Hace cinco años, ha pasado mucho tiempo», remarcan. Tampoco recuerdan ninguna «reunión formal» el 4 de diciembre, fecha del encuentro en el que se habría producido la instrucción de ocultar el caso. La conclusión del entorno de Junqueras, por lo tanto, es que lo que dijo en su descargo Bosch cuando el partido lo expedientó fue «una invención», atribuible a la difícil posición que tenía en aquel momento. «Cuando alguien es acusado de algo, es normal que se defienda por todos los medios», justifican. Y recuerdan que, finalmente, la Comisión de Garantías del partido concluyó que Bosch había actuado de manera diligente y lo exculparon. Aunque tuvo que dimitir en marzo cuando el caso se hizo público porque lo sacó a la luz el diario Ara.

Godàs pide «asumir responsabilidades» e intenta mantener las distancias

Ante el estallido de esta nueva polémica en el seno del partido, la posición de Nova Esquerra Nacional ha sido advertir que no se debe hacer campaña con casos de acoso por respeto a las víctimas, pero también la de pedir responsabilidades. El candidato de NEN a la presidencia de ERC, Xavier Godàs, recordó ayer, en un tuit, que «frente a un problema, decir que la culpa siempre es de los demás no es liderar. Liderar es asumir responsabilidades». Un reproche que solo podía ir dirigido a Junqueras, que era el presidente del partido en aquel momento.

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