Uno de los acontecimientos que puede marcar el curso político que comienza en septiembre es el posible regreso de Carles Puigdemont, así como el de Lluís Puig y Toni Comín. Todo ello, bien por la decisión del Tribunal Constitucional sobre las medidas cautelares que reclaman levantar las órdenes de detención emitidas por el juez instructor del caso del Procés, Pablo Llarena, o bien por la resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de las cuestiones prejudiciales sobre la ley de amnistía presentadas por la judicatura española y el Tribunal de Cuentas.

El regreso de Puigdemont y las municipales de 2027 en el horizonte marcan lo que será el futuro de Junts per Catalunya. La formación ya hace tiempo que trabaja con esta hipótesis y de ahí que esté buscando posibles liderazgos de futuro. Es lo que llaman «valores emergentes», que desde diferentes tribunas institucionales o territoriales van haciéndose nombre dentro de la formación, a condición de que pasen el filtro de Waterloo.

Así se pudo constatar el día del partido que la formación celebró en Prats de Molló (Vallespir) el pasado 27 de julio, o durante la conferencia de Puigdemont en la Universidad Catalana de Verano (UCE) en Prada, en el Conflent, donde llegó rodeado de una verdadera guardia pretoriana donde se distinguían tanto futuros liderazgos políticos como aquellos que van ganando posiciones en la estructura burocrática y técnica del partido, figuras que mandan sin que nadie las haya elegido y que despiertan bastante recelo entre la militancia de base y cuadros territoriales.

Carles Puigdemont, en un momento de su conferencia en la UCE/Josep Maria Montaner/UCE

Los alcaldes, la cantera

Uno de los caldos donde Junts busca nombres de futuro es el de las alcaldías. Sobre todo, en aquellas que han marcado cierto estilo propio torciendo discursos hacia las políticas «de orden y mano dura». Nombres que esperan consolidar en las elecciones municipales de 2027, y en un panorama que se vislumbra con incertidumbre por la posible irrupción de Aliança Catalana, que puede complicar la composición de gobiernos municipales. Dos de los nombres que parecen levantar pasiones dentro de la formación son Jordi Marquef, alcalde de Figueres (Alt Empordà) y Marc Buch, alcalde de Calella (Maresme)-donde Junts celebró su congreso-, que se dejan querer por la dirección y muestran un discurso bastante desacomplejado. En la misma línea, el partido que lidera Puigdemont también ve un futuro en el alcalde de Olot, Agustí Arbós, que recogió el bastón del alcalde Josep Berga este año, a medio mandato. Arbós ya ha sido elegido alcaldable de la capital de la Garrotxa por los juntaires para 2027.

En este paquete, Junts también incluye al actual alcalde de Vic, Albert Castells, aunque últimamente sufre una crisis política a raíz de un cambio de ubicación de un CAP en una zona que es un granero de votos para los de Puigdemont. Precisamente, sin salir de Osona, uno de los otros valores emergentes es Arnau Rovira, alcalde de Manlleu, que, el pasado mes de marzo rompió el pacto de gobierno con el PSC con el que había impedido que ERC continuara en el gobierno municipal después de 20 años en el poder. Rovira cuenta, además, con el hecho de que dentro de su consistorio tiene un concejal de Aliança Catalana. Entre sus acciones ha estado montar una especie de Brigada Móvil en la policía local.

Marc Buch, durante el Congreso de Junts celebrado en Calella/Núria Càmara
Marc Buch, durante el Congreso de Junts celebrado en Calella/Núria Càmara

Más que alcaldes

Entre otros nombres que se integran en el grupo de alcaldes pero que dan un paso más está el de Jaume Casañas, ahora alcalde de Cunit y diputado provincial. Casañas es un verso libre, pero que ahora Junts ha concluido que aporta discurso y fondo. Geógrafo de formación, políglota y práctico, defiende un nuevo concepto de nación y no ha dudado en advertir a Waterloo que son necesarios cambios en políticas estratégicas para evitar que «la nación desaparezca». Casañas postula una nueva administración territorial y un cambio de paradigma demográfico que levanta adhesiones a través de un discurso que contrarresta a la extrema derecha sin comprar su relato. Al contrario.

En este grupo destacado también se encuentra Jeannine Abella, alcaldesa de Isona y Conca de Dellà y diputada en el Parlamento. Ya fue la elegida para encabezar la candidatura por la demarcación de Lleida en las elecciones al Parlamento. De hecho, el partido se muestra más confiado en el Pallars que en el llano de Lleida, donde sufre más para alcanzar posiciones. De la misma manera, tiene dificultades para consolidar posiciones en el Camp de Tarragona, donde tiene un papel residual tanto en Reus como en la ciudad de Tarragona. Aun así, de las Tierras del Ebro destaca Mònica Sales, portavoz de la formación que cada día «vive más en Barcelona» y que ha ganado mucho peso dentro del grupo parlamentario, con un exalcalde de Valls como presidente del grupo, Albert Batet, un líder que mantiene contacto directo con Waterloo. Precisamente en Valls, hay otro de los nombres que brilla dentro de la formación: Dolors Farré, alcaldesa de la ciudad que busca en 2027 fortificar un municipio de peso en el Camp tarraconense. Cabe añadir a Josep Maria Cruset, exalcalde de Riudoms y expresidente del Puerto de Tarragona, que ha ganado mucho protagonismo como diputado en el Congreso. De hecho, fue el organizador del Congreso de Junts en Calella, el pasado mes de octubre.

Jordi Turull y Judith Toronjo, en la fiesta del partido de Junts de julio en Prats de Molló/Núria Càmara
Jordi Turull y Judith Toronjo, en la fiesta del partido de Junts de julio en Prats de Molló/Núria Càmara

Diputados, orgánicos y freelance

Entre el elenco de futuros posibles líderes, Junts tiene protegido y promociona al diputado Salvador Vergès. Corredor de trail y con facilidad de palabra, ha sido el encargado de representar al partido en asambleas campesinas o manifestaciones desacomplejadamente independentistas. De hecho, actúa como uno de los unilateralistas de la formación. Otro de los veteranos dentro de la formación, que proviene de las alcaldías, pero ya trasciende esta categoría, es Isidre Sierra, alcalde de Sant Climent de Llobregat y uno de los nombres fuertes en una comarca complicada electoralmente para los de Puigdemont. En el otro lado, del verbo activo y del asamblearismo, se cuenta Judith Toronjo, exsecretaria general de la Juventud Nacionalista de Catalunya, actual diputada en el Parlamento de Cataluña y secretaria de organización.

Salvador Vergès, diputado que tiene muchas posibilidades de convertirse en uno de los liderazgos de la formación/Núria Càmara
Salvador Vergès, diputado que tiene muchas posibilidades de convertirse en uno de los liderazgos de la formación/Núria Càmara

Toronjo, que se ha dedicado siempre a la vida política, es una de las herramientas preferidas de Jordi Turull para llevar la maquinaria del partido. Aun así, Puigdemont tampoco ha querido hacer muchos experimentos y ha otorgado bastante poder a un veterano de la supervivencia política como Toni Castellà, que vuelve a ser un valor dentro de la formación. Solo un detalle, su coche es el que usa Puigdemont cuando tiene que salir de un mitin. Castellà ha ayudado a ordenar el Consell de la República y tiene en su hoja de servicios haber retirado de circulación un tótem de la política catalana como Josep Antoni Duran i Lleida. Castellà, además, tiene una mano derecha con quien hace tándem que es Teresa Vallverdú, quien tiene la cartera de Seguridad en la ejecutiva de Junts. Uno de los eternos jóvenes del partido es Aleix Sarri que hasta ahora no ha obtenido puestos visibles dentro de la estructura institucional, pero que sigue siendo una voz escuchada en los creadores de discurso del partido.

Entrando en la órbita más joven, uno de los nombres que va ganando importancia, sobre todo en los entornos más independentistas, es el de Biel Cardona, un joven meteorólogo que no depende del dinero público, que hace su guerra a través de manifestaciones públicas desacomplejadamente independentistas y que es un representante firme de los juntaires entre el público más joven de la Universidad Catalana de Verano. A Cardona, bastante mordaz, se le relacionaba con el sector borrassista, pero ha sabido hacerse un nombre propio sin más alborotos que el activismo.

En cuanto a Barcelona, otro de los veteranos emergentes es el exconsejero Josep Maria Argimon, que muchos quieren resucitar como una única esperanza blanca de Junts para Barcelona para las municipales de 2027, donde Josep Rius, otro veterano pero más joven, aspira a consolidar plaza.

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