Fue un cambio de paradigma en la historia de la política catalana contemporánea. El primer cambio de Gobierno después de 24 años de un Palau de la Generalitat gestionado por la coalición Convergència i Unió (CiU) y su líder y fundador, el presidente Jordi Pujol. Fue 14 el diciembre de 2003 cuando, el socialista y exalcalde del PSC en Barcelona Pasqual Maragall firmaba, en el salón del Tinell, un acuerdo de Gobierno entre socialistas, ERC e iCV-EUiA, entonces liderados por Josep-Lluís Carod-Rovira y Joan Saura. Un ejecutivo que bien pronto se bautizó como
De aquella experiencia han pasado 20 años y ahora la Fundación Cataluña Europa celebrará un acto para conmemorarlo. La Fundación que gestiona el legado de Pasqual Maragall ha organizado una conferencia pública el próximo 14 de diciembre en el mirador de la sede nacional del Colegio de Arquitectos de Cataluña, en la plaza Nueva de Barcelona. El título es bien explícito:

«Un legado de tres visiones»
El tripartito, con Maragall de presidente y Carod-Rovira como vicepresidente, tuvo una experiencia corta. Las presiones de Madrid y la misma oposición interna que alimentaba CiU, liderada por Artur Mas, que había ganado en escaños las elecciones, pero sin posibilidad de pacto para ser investido, hicieron entorpecer la nueva fórmula de gobernar la Generalitat. De hecho, ya había habido una cata de un tripartito en el Ayuntamiento de Barcelona. Las municipales ya habían dejado entrever esta posibilidad al consistorio barcelonés, con Joan Clos como alcalde del PSC, Imma Mayol por ICV y Jordi Portabella por ERC.
Según explica la misma Fundación Cataluña Europa, el tripartito aglutinaba «tres grandes visiones políticas: la socialdemócrata, la republicana y el ecosocialista». El pacto, fruto de la aritmética electoral de los comicios del 16 de noviembre, supuso un primer gobierno de coalición de izquierdas de Cataluña, que duró desde finales de 2003 al 2006, con la aprobación del Estatuto y una nueva convocatoria electoral. El caso Carod a raíz de su viaje en Perpiñán o la salida de ERC del Gobierno por desavenencias sobre el referéndum estatutario, precipitaron el final de una primera etapa.
Pero, hubo una segunda oportunidad, esta vez con el presidente José Montilla al frente. Esta vez sí, se comenzó y terminó toda la legislatura, que acabó con una victoria de CiU y con la famosa sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto que todo el mundo coincide a situarla como el punto simbólico de inicio del Procés.
