El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha tenido que enfrentar la segunda sesión de control consecutiva marcada por el caso Cerdán y la creciente tensión que hay en el Congreso se ha trasladado este martes al Parlamento de Cataluña. Junts per Catalunya y los Comuns han pedido a Illa que dé explicaciones sobre el encuentro que mantuvo con el presidente español, Pedro Sánchez, el pasado 20 de junio y que no constaba en la agenda de ninguno de los dos dirigentes políticos. La CUP también ha solicitado explicaciones por el caso Cerdán, pero el punto álgido de la sesión de hoy ha llegado cuando el presidente del PPC, Alejandro Fernández, ha vinculado al presidente de la Generalitat, cuando era ministro de Sanidad, con Xiaojuan Li, representante legal de Hangzhou Ruining Trading. Una vinculación que el presidente de la Generalitat ha rechazado y ha advertido al popular que podría denunciarlo por sus manifestaciones.

El presidente del grupo parlamentario de Junts per Catalunya, Albert Batet, ha pedido «transparencia» a Illa y ha exigido que dé explicaciones sobre el «contenido» de su encuentro con Sánchez en Madrid en plena crisis por el caso Cerdán. Illa se ha limitado a repetir la explicación oficial que dio Palau aquel día: la presentación de la candidatura para acoger una de las Gigafactories Europeas de Inteligencia Artificial en Móra la Nova, con una inversión de 5.000 millones de euros. Esto no ha convencido al dirigente del partido de Carles Puigdemont, que ha reprochado a Salvador Illa la «opacidad» y le ha instado a resolver los problemas de los catalanes, «en lugar de defender los intereses de los socialistas». Asimismo, le ha recriminado que «tanta opacidad y tanta urgencia no es normalidad», y ha recordado que el presidente de la Generalitat anuló su agenda institucional. En el segundo turno, Illa también ha rechazado el término «opacidad», y ha dicho que él es partidario de la «discreción». «Todo lo que afecta a mi responsabilidad como presidente lo acabo haciendo público», ha defendido.

El cara a cara más duro de la sesión, sin embargo, ha llegado con la intervención del líder del PP, Alejandro Fernández, que, como ya hizo hace 15 días, le ha preguntado por su relación con Xiaojuan Li cuando era ministro de Sánchez, e Illa ha vuelto a negar que conozca a esta persona. Entonces, el dirigente popular ha dicho que «por fin sabemos quién es Xi Li, se trata de Xiaojuan Li, ciudadana china, hoy supuestamente en busca y captura, poca broma, y que le endosó al ministerio de Sanidad, que usted dirigía, 361 millones de euros en mascarillas defectuosas». «Hoy sabemos que Koldo y Xi Li sí que coordinaron la compra de mascarillas y, según Koldo, usted reportaba los avances a Xi Li por Signal diariamente», ha expuesto Fernández, y ha añadido que «solo corresponde a la justicia decidir si esto es un delito». La respuesta de Illa ha sido contundente y ha asegurado que lo que ha dicho el líder del PPC «es falso» y lo ha atribuido a la «ficción política». «Ni sé quién es, ni he hablado por ninguna aplicación», ha replicado Illa, y ha terminado advirtiendo al popular que se reserva su derecho de denunciarlo si no retira las palabras.

El presidente español, Pedro Sánchez, con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en un acto del PSOE / ACN

Illa: «Cerdán entró en prisión sin ser militante del PSOE»

Los Comuns, por su parte, también han preguntado al presidente de la Generalitat por la reunión que mantuvo con Pedro Sánchez, y han dejado claro que el PSOE y el gobierno español no están haciendo «suficiente» ante unos hechos «graves». Illa, por su parte, no ha aportado ningún dato nuevo y se ha mantenido en su posición de mantener la «discreción» sobre el «análisis general» que compartieron. En cambio, Illa ha dicho que el hasta ahora secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán «entró en prisión sin ser militante del PSOE», una manifestación que ha provocado risas en el hemiciclo. «Ha sido una reacción contundente, y no todos pueden decir eso», ha añadido. Por otro lado, Illa ha admitido que la situación es «muy desagradable y dolorosa» pero ha garantizado que llegarán «hasta el final» en la corrupción.

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