El PSC se ha aliado con PP y Vox en el Parlament de Catalunya para tumbar un punto de la moción de Esquerra Republicana sobre sanidad que exigía al Ministerio de Sanidad eliminar el distrito universitario único a nivel del Estado español para repartir las plazas universitarias o, en su defecto, exigir la reserva del 70% de plazas para estudiantes de institutos catalanes, como pide el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, para facilitar el acceso a la formación universitaria de los estudiantes catalanes. La propuesta no ha salido adelante por un voto: 68 votos en contra (PSC-Units, PPC y Vox) y 67 votos a favor (Junts, ERC, Comuns, CUP-DT y AC).
La diputada de los socialistas catalanes Sara Jaurrieta ha sido la encargada de defender la posición de su grupo durante el debate de la moción y ha manifestado que «no estamos de acuerdo –lo hemos podido comentar en otras sesiones– en la de eliminar el distrito único para todo el territorio». «Pensamos nosotros que esto se debe analizar bien», ha alegado Jaurrieta para defender el voto en contra, y ha defendido que el actual sistema permite «disponer de un sistema sanitario con los mejores profesionales». «Es lo que tiene elegir en un territorio mucho más amplio», ha añadido, y ha dicho que, «al final, lo que queremos son los profesionales mejores, los más brillantes, y cuantos más podamos elegir, mejor».
Esta, sin embargo, no es la primera vez que los socialistas votan en contra de esta medida. Ya lo hicieron con una moción similar que presentó la CUP el pasado mes de marzo. Entonces, la diputada socialista dijo que ellos no están de acuerdo en eliminar el distrito universitario único porque consideran que «es una riqueza disponer del sistema sanitario catalán con los mejores profesionales vengan de donde vengan, porque cuando uno está enfermo lo que quiere es ser atendido por los mejores profesionales».

El Parlament pide el traspaso del MIR en un plazo de dos años
En cambio, sí ha salido adelante un punto de la moción de los republicanos que solicita el traspaso de la competencia sobre la formación sanitaria especializada (FSE). Es decir, de los MIR. El texto, que se ha aprobado con 108 votos a favor (PSC-Units, Junts, ERC, Comuns, CUP-DT y AC) y 26 votos
en contra (PPC y Vox), pide al Ministerio de Sanidad el traspaso de las competencias en «un plazo máximo de dos años, incluyendo la acreditación y la evaluación de centros y unidades docentes, la determinación de la oferta anual de plazas en Cataluña, la gestión integral de los residentes, así como la participación directa y vinculante en el desarrollo, gestión y evaluación de la prueba de acceso y la elaboración de los programas oficiales de especialidades».
Además, el texto estipula que, mientras esto no sea una realidad, se deberá requerir al Ministerio de Sanidad que, en la ordenación anual que regula la oferta de plazas y el procedimiento selectivo de acceso a la FSE, «se incorpore el conocimiento acreditado de la lengua catalana dentro de las competencias comunicativas que se exigen a todos los y las aspirantes, como garantía del respeto a los derechos lingüísticos de las personas atendidas y de la equidad en el acceso a una atención sanitaria de calidad». Por otro lado, el Parlament ha pedido al Gobierno que garantice que todos los profesionales del sistema sanitario catalán acrediten un certificado de B2 de catalán un año después de comenzar a trabajar, y un C1 al cabo de dos años. En la misma línea, ha prosperado también la petición a la Generalitat para que, de manera inmediata, implemente medidas para garantizar el uso, la promoción y la normalización de la lengua catalana en todo el sistema de salud, en aplicación del Pacto Nacional por la Lengua.