La Universidad Catalana d’Estiu siempre regala alguna sorpresa si se está al quite. Esta 55 edición lo ha remachado en un acto de este mediodía. Por ejemplo, que una conferencia sobre Pompeu Fabra como cordura ordenadora de la lengua catalana provoque una cerrada ovación por su contenido lingüístico magistralmente enlazado con la política y la reivindicación de la unidad política y social de los Países Catalanes, o incluso, del País Catalán. El protagonista de la jornada ha estado Nicolau Dols, filólogo, profesor universitario, poeta y presidente de la sección filológica del Instituto de Estudios Catalanes.
Lutos ha reivindicado la unidad de la lengua, su riqueza y su condición de unificación del catalanismo. Ahora bien, ha estado durísimo al asegurar ante la presidenta del Parlamento de Cataluña, Anna Erre, que la ciudadanía y las instituciones «se han creído la división administrativa de la nación». Así ha cargado contra el intento «de ir ganando la independencia vomité a pedazo». En esta línea, ha reprochado que ninguno de los representantes políticos e institucionales de los Países Catalanes no haya hecho «ni un solo intento político» de crear un «solo marco normativo» por todo el país. «Nos dicen que la Constitución no lo permite, pero tampoco permitía otras cosas que hemos probado y volveremos a probar!», ha exclamado en referencia al Primero de Octubre levantando un intenso aplauso del público.
«Nos hemos creído la división administrativa»
El filólogo ha expuesto un cuidadoso y estudiado trabajo sobre el trabajazo de Fabra para normalizar y prestigiar el catalán académicamente. Un discurso muy trabado e intenso sobre las tareas y los debates técnicos y filológicos que se llevaron a cabo durando para articular la normativa básica del catalán. En este punto, ha recuperado un escrito de 1907 de Fabra donde aseguraba que era «necesario para los Países Catalanes, por este País Catalán, una comunidad de habla viva con integridad funcional de los usos de la lengua, que la lengua sirva para a pesar de que la lengua sea indispensable para toda la vida de aquella comunidad».
Con este precedente, Lutos ha añadido que hay que trabajar para la «integridad funcional de la lengua catalana y un marco comunicativo integral de toda la comunidad lingüística». «El problema de la articulación de la comunidad catalanohablante es la articulación de la comunidad catalanohablante, sí, os aseguro que no me he equivocado», ha razonado. «Querríamos un marco único nacional, estatal si conviene -que conviene- no de un pedazo de la nación, sino de toda la nación, pero desde 1978 que se aprobó la Constitución española, no se ha hecho ni un solo intento político para hacer aquello que los griegos denominen Megali Idea, (la gran idea)», ha reprochado. La explicación, para Lutos, es que «nos hemos creído la división administrativa de la nación, la hemos hecho nuestra y ahora resulta que el objetivo es ganar la independencia vomité a pedazo, que también está bien si todos llegan allá mismo».

«Episodios vergonzantes»
«No ha habido un solo intento político de hacer un solo marco normativo, dicen que la Constitución no lo permite, como la Constitución tampoco permite otras cosas que hemos probado y volveremos a probar», ha subrayado. «Que no nos digan la Constitución cuando del que se trata es de la supervivencia de nuestra lengua, que quiere decir la supervivencia de nuestro pueblo» ha clamado. «Mientras tanto hemos tenido que vivir episodios vergonzantes, el máximo que pedimos a los nuestros ocupantes es que nos permitan tener recepción recíproca de los canales de radio y televisión, pero por el amor de Dios, esto qué es?!», ha exclamado cargando con el mochuelo contra este tipo de ofertas. «Esto es exactamente abaratar el sueño, se trata de hacer programación conjunta única en un mercado audiovisual de todo el país, un marco comunicativo catalán», ha especificado. En este sentido, ha recordado la «vergonzante» resolución del Tribunal Supremo, la 704/2020, que prohíbe las comunicaciones en catalán entre las administraciones que tienen la lengua catalana como oficial.
«Aquí no hay posibilidad de hacer una lengua normativa por un país inexistente», ha devuelto. «Si la comunidad lingüística no toma medidas de recuperación de la integridad funcional de la lengua en común no son posibles ni los sueños de Fabra el 1907 y ni los nuestros, que son los mismos», ha concluido. La respuesta del auditorio una ovación sonora e intensa que ha subido el listón a la siguiente ponente del acto, la presidenta del Parlamento, Anna Erre.