El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el ministro español de Presidencia, Félix Bolaños, se reunieron este jueves en Barcelona para tratar la carpeta catalana, según ha avanzado
Presidencia asegura que, al contrario de lo que defiende la Moncloa, el establecimiento de nuevos canales de diálogo entre los dos gobiernos no supone una «normalización» del conflicto catalán. El gobierno español ha asegurado que la mesa de diálogo ya no es «necesaria» porque hay un «diálogo permanente» con Cataluña, pero el Gobierno matiza que este planteamiento está influido por la proximidad de las elecciones municipales, que abrirán un nuevo ciclo electoral vital para el PSOE.

Moncloa insiste en la «normalidad» de las relaciones con Cataluña
Por su parte, la Moncloa insiste que el encuentro entre Aragonés y Bolaños es una muestra más de la «normalidad institucional» que se ha establecido después de la reforma del Código Penal pactada para derogar el delito de sedición y rebajar las penas de la malversación sin ánimo de lucro, a pesar de que el Tribunal Supremo ha optado por ignorarla y mantiene la presión judicial sobre los presos políticos y el resto de altos cargos que todavía tienen juicios pendientes.
La reunión entre Aragonés y Bolaños se ha llevado a cabo en el más absoluto secreto y no figuraba en la agenda de ninguno de los dos dirigentes. Fuentes próximas al encuentro aseguran que ambos trataron las relaciones entre los dos gobiernos después de que el ejecutivo de Pere Aragonès haya pactado los presupuestos catalanes con el PSC y los comunes. También se ha hablado del final de la legislatura española después de que Aragonés recordara a Pedro Sánchez que no puede dar por hecho el apoyo de ERC en el Congreso si decide ignorar la carpeta catalana.