Finalmente, el Estado español ha tenido que dar marcha atrás después de tres años de una de sus luchas políticas en Europa. Y todo, curiosamente, en el contexto de la negociación de investidura del socialista Pedro Sánchez, que depende de los votos del independentismo. El director del Centro de Inteligencia Contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO), el general de brigada de la Guardia Civil, Manuel Navarrete, ha tenido que remitir una carta, con fecha 26 de septiembre, a la directora de Europol para que en su informe anual sobre el terrorismo en Europa (Tesat 2023) «aclare» que el independentismo no es un movimiento ni una organización terrorista porque «se infiere» que lo es.
Una carta que fuentes del Ministerio del Interior se limitan a considerar una «cuestión técnica» y desvinculan de la negociación. Una excusa que parece pensada para hacer pasar garza por perdiz y con un protagonista de fondo, el general Manuel Navarrete, que deja entrever como funciona el estado profundo –
La petición de España no es casual y viene de lejos, precipitada por la petición del presidente al exilio, Carles Puigdemont, como una de las condiciones claves para negociar la continuidad de Sánchez a la Moncloa. Pero la petición también llega después de que el pasado 21 de septiembre, en el comité de control que hace el Parlamento Europeo el subdirector ejecutivo de Europol, Jean-Philippe Lecouffe, anunció que habían empezado un proceso de reformulación de la elaboración de este estudio para cambiar la metodología que se usa. De hecho, el TESAT hasta ahora se elabora con la única información que aportan los Estados, sin ningún contraste por parte de la entidad policial y de seguridad europea.
El CITCO niega que catalogue como terrorismo el independentismo
Desde el Ministerio del Interior, apuntan que todo ello es un «error» que ahora se quiere corregir. Así aseguran a El Món que el «CITCO nunca ha calificado ningún movimiento independentista como grupo terrorista». Insisten que «hoy por hoy, las únicas organizaciones declaradas terroristas por los tribunales españoles son ETA y Resistência Galega». Una clasificación de la judicatura española a través de sus sentencias que, según las mismas fuentes, se «replica a los informes del CITCO». De todas maneras, Interior argumenta que el que ha hecho lo CITCO «se circunscribe exclusivamente en un plan técnico, sin que tenga cabida otras consideraciones».
En este sentido, recuerdan que el pasado 17 de marzo «el CITCO envió informe número 509 relativo a la Contribución Cualitativa al Informe Europol de Situación y Tendencias del Terrorismo a Europa (TeSat 2023)». Interior subraya que, a partir de la página 47, hay el epígrafe 3 sobre
El mismo CITCO remarca en la misiva que al epígrafe número 4 sobre Extremismos Violentos, «se hace una mención en la página 52, a las dinámicas que llevan a cabo determinados colectivos, entre los cuales se cita los independentistas, relativas a la realización de escarnios y crema de banderas españolas». «Sin mencionar en ningún caso que esta actividad tenga relación con el terrorismo», matizan. Por lo tanto, Interior considera ahora la catalogación del independentismo como terrorismo como un error de percepción.

La culpa, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado
En esta línea, el Ministerio del Interior explica que son los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado los que aportan la información en Europol de acuerdo con unos «cuestionarios sobre datos cualitativos relativos al terrorismo y los extremismos yihadistas, de extrema derecha, extrema izquierda y anarquismo, y el etnonacionalisme y separatismo». Así, alegan que el 13 de diciembre, «después del análisis y la integración de todas las aportaciones recibidas, se remitió en Europol el cuestionario mencionado, y no se hizo en ningún caso referencia a los movimientos independentistas como terrorismo».
Con esta información, el CITCO cruz «pertinente proceder a trasladar a Europol todas estas circunstancias para aclarar la naturaleza de los Extremismos Violentos referenciados y su clasificación como tales segundos los estándares internacionales en la materia». Es decir, que piden que rectifique el informe por tal no se interprete que el independentismo es un movimiento terrorista.
Cambiar el sistema y la información del CITCO
Las dudas sobre este informe TEsat ya se difundieron el junio del 2020, cuando se presentó al Europarlamento el balance sobre terrorismo del año 2019. En aquella ocasión, fue la eurodiputada Diana Riba, de ERC, la que puso el grito al cielo porque el dosier incluía como ataques terroristas de anarquistas italianos dos petardos puestos en un cajero automático y, en cambio, no mencionaba nada de los ataques de la extrema derecha. Un hecho que apuntaba al sesgo del jefe del Centro Europeo contra el Terrorismo, el coronel de la Guardia Civil, Manuel Navarrete, que dirigía el estudio. Casualmente, Navarrete, ascendido a general de Brigada, sea ahora el director del CITCO que ha intentado envolver la troca en Europol.
Cada año, se ha repetido el que el grupo de ERC en la Europarlamento califica «de escándalo» sobre la orientación política del informe. Este año, la queja subió de tono hasta llegar al grupo de control de las actividades que se celebra dos veces el año. De hecho, al segundo encuentro de este grupo, que dirige el socialista y juez Fernando López Aguilar, compareció el subdirector ejecutivo de Europol, Jean-Philippe Lecouffe, que a la vista de las críticas por la politización del informe anunció que el mes de octubre empiezan a perfilar los cambios en la metodología del trabajo y el mes de noviembre harán un encuentro privado con los eurodiputados.