Nuevo episodio en el verdadero Vietnam en que se ha convertido el Consell de la República, con el sector de Toni Comín en guerra con la Junta Gestora. Este organismo, que debe dirigir la transición de la entidad en el exilio hasta una nueva presidencia tras la dimisión en bloque de su gobierno por las irregularidades detectadas en su gestión, ha advertido a los Consejos Locales de la falta de colaboración de la asociación que les proporciona cobertura legal, Associació Cultural República Global (ACRG), con la que comunican que han decidido «romper la colaboración».

A través de un comunicado, la junta gestora responde a la carta que la ACRG –difundida por El Món la semana pasada– que iba firmada por Carlota Canut, mano derecha de Toni Comín. En ese texto, la ACRG advertía que, en caso de no llegar a un acuerdo con la nueva dirección ejecutiva de Waterloo sobre la reducción de la masa salarial, bajaría la persiana y enviaría a los trabajadores a cobrar del Fondo de Garantía Salarial. De hecho, los acusaba de falta de legitimidad y de incumplir los acuerdos. Un «escrito» que la Junta Gestora admite que «ha podido inquietar a algunas de las personas registradas en el Consell de la República. Por eso, han remitido un comunicado para «ofrecer con total transparencia, la información necesaria para disipar cualquier duda».

Una imagen del gobierno del consell de la República/Consell de la República
Una imagen del gobierno del consell de la República/Consell de la República

No han querido reunirse

El comunicado de la Junta Gestora enfatiza su «legitimidad». Además, recuerda que a pesar de que las decisiones tomadas han sido por consenso de todos sus miembros, se podrían haber tomado por mayoría simple. La Junta recuerda a los asociados que desde el «primer momento» se acordó tener siempre en cuenta las «recomendaciones de la auditoría» sobre la gestión financiera, económica y organizativa de la entidad. La Junta remarca que la auditoría básicamente reclamaba dos aspectos: «una mejora organizativa» y «la adaptación de los gastos a una previsión de ingresos conservadora». «Nuestra finalidad no es otra que hacer efectivo el proceso de transición hasta la proclamación de una nueva presidencia del Consell de la República, garantizando su estabilidad económica», insiste la Junta en su comunicado.

De ahí que la Junta defienda que ha cumplido con el mandato de «reducir la complejidad organizativa y concentrar la actividad». En esta dirección, «ha estimado oportuno pedir a la entidad belga CatGlobal, que proporciona cobertura legal a Waterloo, abrir una delegación en Cataluña. «Esta acción, además de simplificar la organización, hará posible la obtención de un CIF que se facilitará a todos los Consejos Locales y permitirá, si procede, la contratación de los trabajadores necesarios para llevar a cabo la transición, hasta la elección de la nueva presidencia del Consell, ante la cual la Junta rendirá cuentas de su gestión», argumentan. En esta línea, la Junta subraya que las decisiones económicas se han basado en la documentación contable y financiera que CatGlobal aportó en el mes de noviembre.

A raíz de estos cambios, la Junta asegura que su «carácter» ha sido de «buscar el acuerdo» con los Consejos Locales y Territoriales, los proveedores y también con los representantes legales de la Associació Cultural República Global. «Desafortunadamente, en este último caso, no ha sido posible y no por falta de voluntad de la Junta», reprochan. «Nos hemos ofrecido, y tenemos constancia, para encontrarnos presencialmente en más de una ocasión, al mismo tiempo hemos dado indicaciones de cómo pensábamos que se debía actuar en cada momento», añaden. «Pero solo nos han permitido constatar la falta de reconocimiento por parte de esta entidad de la legitimidad de la Junta Gestora. Es por este motivo que la Junta ha aprobado romper la colaboración con la Associació Cultural República Global. Así, indican que «no se encuentra dentro de las competencias de la Junta valorar las decisiones tomadas por la Associació Cultural República Global» pero abren la puerta a mantener el personal técnico. «Hemos ofrecido apoyo y medios a los trabajadores del equipo técnico, con los cuales nos gustaría poder contar en un futuro inmediato», despiden la carta.

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