El Gobierno de Salvador Illa prepara un cambio en la red de delegaciones exteriores de Cataluña, con nuevas aperturas y reubicaciones de algunas oficinas. Hace un par de años, el PSC criticaba duramente las embajadas catalanas e incluso amenazaba a ERC con tumbarle los presupuestos si no congelaba las nuevas aperturas. Ahora, dos años después, los socialistas no quieren desaprovechar el altavoz que supone tener una veintena de delegaciones repartidas por el mundo. El consejero de la Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch, asegura en una entrevista a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que habrá novedades en las “próximas semanas”.
Una vez que el Gobierno ha aprobado el plan de consolidación de las delegaciones, Duch avanza que ahora entrarán en una segunda fase de “cierta expansión”. ERC logró que el PSC se comprometiera a cuidar la red de delegaciones en el exterior en el pacto de investidura de Illa y ahora el Gobierno también ve la oportunidad de captar nuevas inversiones para el país. De esta manera, los socialistas hacen una vez más virtud de la necesidad y reivindican que, con Illa en la Generalitat, Cataluña tiene “más credibilidad” y “visibilidad”, por lo que tiene sentido reforzar las embajadas y darles un perfil más económico. Y más en un contexto de guerra comercial y arancelaria.

El PP catalán ha reaccionado con rapidez al anuncio del Gobierno y ha acusado a Illa de seguir “la estela del Procés” y malgastar “millones de euros en unas estructuras inútiles que no aportan soluciones a los problemas de los catalanes”. En un comunicado, los populares consideran que la apertura de nuevas delegaciones es un “despilfarro intolerable” para el país. “Una copia de las embajadas separatistas que Illa adopta mientras Cataluña se desangra en las listas de espera sanitarias, en las aulas saturadas y en barrios cada vez más inseguros”, ha afirmado el diputado en el Parlamento Cristian Escribano. “Cataluña necesita hospitales, maestros y policías, no más embajadas. Illa está demostrando que ha asumido el programa del separatismo y que está dispuesto a pagarlo con el dinero de todos los catalanes”.
La apertura de la embajada en China, primer paso
El mismo anunciaba hace unos días desde Pekín la apertura de una nueva delegación en China, una decisión que debe ser el preludio de “posibles nuevas aperturas” y “algunas reubicaciones” de las ya existentes. “No se trata de cerrar, pero puede pasar que alguna oficina se reubique”, añade Duch en referencia a las delegaciones que cubren más de un país, como es el caso de Zagreb (Croacia), que cubre el sureste de Europa, o la de Túnez, que cubre el Norte de África.
Actualmente, el Gobierno tiene 21 delegaciones en todo el mundo, la mayor parte en Europa: Bruselas (Bélgica), París (Francia), Berlín (Alemania), Roma (Italia), Londres (Reino Unido), Lisboa (Portugal), Estocolmo (Suecia), Viena (Austria), Ginebra (Suiza), Zagreb (Croacia), Andorra, Washington (Estados Unidos), México, Bogotá (Colombia), Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Túnez (Túnez), Dakar (Senegal), Johannesburgo (Sudáfrica), Seúl (Corea del Sur) y Tokio (Japón).

El viaje a China de Illa, cuestionado
Preguntado por el viaje de ocho días a China, muy cuestionado por Junts porque Illa ha visitado un país con numerosas vulneraciones de derechos humanos contra las minorías del país, Duch ha defendido que era una gira para “abrir mercados” y consolidar la relación comercial con Pekín en un momento difícil por la “política de aranceles más agresivos” por parte de Estados Unidos. “Eso no quiere decir que el Gobierno esté dando su apoyo al modelo político” del país, ha dicho el consejero. “No hacemos nada más que lo que hace el resto del mundo, es importante que Cataluña no pierda paso”.