Mucha tensión, gritos y grandes aspavientos en la sesión de control a Pedro Sánchez de este miércoles en el Congreso por el caso Cerdán. El presidente español y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, han intercambiado reproches y acusaciones sobre los diversos casos de corrupción y causas judiciales que afectan a ambas formaciones. Poco después, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha hecho su contribución al espectáculo acusando a Sánchez de querer atrincherarse en la Moncloa “a cualquier precio” y lo ha calificado de «indecente, corrupto y traidor» antes de levantarse y marcharse de la cámara antes de escuchar la respuesta del presidente español.

El PP, que ya armó un alboroto en el Congreso este martes para reclamar una comparecencia inmediata de Sánchez, venía listo para dar espectáculo y no tardaron en gritar “dimisión, dimisión” tras una de las réplicas del presidente español. “Ábalos fue el principio, pero Cerdán no será el final”, espetó Feijóo, que abrió fuego contra Sánchez en una batería de preguntas al presidente y a varios ministros centrada en el caso Cerdán y la negativa de Sánchez a convocar elecciones.

Sánchez y sus ministros optaron por no salirse del argumentario de estos días y repitieron que el PSOE tiene “tolerancia cero” con la corrupción y acusaron a los populares de proteger a los corruptos en lugar de expulsarlos. El líder socialista reconoció que el caso Cerdán es “doloroso” tanto para el partido como para él personalmente, ya que durante años ha formado parte de su núcleo duro, igual que el exministro José Luis Ábalos, también implicado en la misma trama de cobro de comisiones ilegales a cambio de influir en la adjudicación de obra pública en todo el estado español.

El presidente español Pedro Sánchez da explicaciones del caso Cerdán en la sede del PSOE | Gabriel Luengas / Europa Press

Sánchez intenta salvar la legislatura

Sánchez ha comenzado esta semana la ronda de contactos con los grupos parlamentarios que conforman la mayoría de investidura para intentar recomponer las relaciones y medir los apoyos con los que cuenta. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, explicaba este martes por la noche que confía en la honestidad del presidente español, pero le ha reclamado más garantías del proceso de “limpieza absoluta y radical” que ha llevado a cabo en el PSOE para evitar nuevos casos de corrupción como el que ha provocado la caída fulminante del exsecretario de Organización, Santos Cerdán, implicado en la trama de cobro de comisiones ilegales del caso Koldo.

Por su parte, Junts ha explicado que necesitarán “más reuniones y concreciones” por parte de Sánchez para recomponer la confianza y dar continuidad a la legislatura. “Esta ha sido una primera reunión, debe haber más, no se ha podido concretar nada”, explicaba el secretario general de Junts, Jordi Turull, a la salida de la reunión. La formación de Carles Puigdemont dice que no quiere tomar decisiones “en caliente” y que deberán valorar con calma si la legislatura tiene “continuidad”. Turull admitió que el acuerdo de Bruselas está “interrumpido” tras la marcha de Cerdán, que era el interlocutor principal de Junts, y explicó que Sánchez les ha pedido “unos días” para designar un nuevo equipo negociador.

La tercera reunión de Sánchez con los socios de investidura debía ser con ERC, pero finalmente se pospuso a después de la sesión de control. La portavoz de los republicanos en el Senado, Sara Bailac, advertía que el gobierno español ha quedado “manchado” y “desacreditado” por el caso Cerdán y ha reclamado más contundencia al presidente español. “No basta con señalar y apartar a los implicados, con remiendos, porque el problema es estructural. Ante esta vergüenza democrática se hace difícil confiar en el gobierno español”, explicaba Bailac en una pregunta al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en el Senado.

Comparte

Icona de pantalla completa