El acuerdo entre Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el PSC para investir Illa como presidente de la Generalitat -a pesar de que todavía lo tiene que aprobar la militancia de ERC- podría ser menos beneficioso para Cataluña de lo que en un primer momento los republicanos acordaron. La propuesta de financiación singular podría acabar perdiendo su singularidad y que otras regiones del Estado español se aprovechen de la conquista del partido republicano. Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, y la líder de los Comunes, Jéssica Albiach, están insistiendo en el hecho que la financiación singular no acabaría siendo singular y acabaría mutando en un café para todos.
Un exultante Sánchez, sacando pecho de la conquista para investir presidente a su hombre fuerte en Cataluña, Salvador Illa, hizo balance del curso político ayer en la Moncloa y no dejó pasar la oportunidad de abrir la puerta a revisar la financiación otras regiones del Estado español: «He dicho que es una negociación bilateral la que se abriría en este caso con la Generalitat de Cataluña», así es como se pronunció un Sánchez que, a continuación, interpeló en las comunidades autónomas españolas para establecer una negociación para su financiación. «También lógicamente corresponde en un espacio multilateral la negociación y el acuerdo del nuevo sistema de financiación autonómica, pero que efectivamente estamos dando un paso en la federalización de nuestro estado autonómico», señaló el jefe del ejecutivo español.

La líder de los Comunes, Jéssica Albiach, también siguió la línea de sus socios a la Moncloa en una entrevista en La Sexta. Albiach pidió «hacer muchísima pedagogía», puesto que «al final que Cataluña tenga una buena financiación no va en detrimento otras comunidades autónomas que también sabemos que están infrafinanciadas». La líder de los Comunes señala que «Cataluña ponga encima la mesa esta urgente y necesaria reforma del sistema de financiación no se tiene que ver como una amenaza sino como una oportunidad para el resto de territorios»; una clara apuesta por el café por todo el mundo.
El acuerdo ERC-PSC, polémico y un Sánchez «feliz»
La negociación de los republicanos con los españoles, y el acuerdo para investir Isla presidente, ha hecho sacudir -todavía más- una ERC que se encuentra sometida en un caos institucional con la territorial de Barcelona salpicada por los carteles contra Ernest Maragall, la pugna de poder entre la facción favorable a Marta Rovira y la partidaria de Oriol Junqueras; y un Junts que se lo mira desde la lejanía siendo el partido independentista con más votos y escaños y afila las zarpas. Sánchez, por su parte se muestra «muy contento y muy feliz y reclamo, por supuesto, el respeto y el reconocimiento de un partido político independentista como ERC, que gracias a la negociación y en el acuerdo, ha conseguido importantes adelantos para reforzar el autogobierno en Cataluña». El jefe del ejecutivo español califica el acuerdo de «magnífico» y asegura que lo defiende «con pasión» porque para el presidente español supone un buen acuerdo para Cataluña, pero también para el resto del Estado español.

El acuerdo, y la financiación singular, están levantando también el escepticismo de los expertos económicos que cuestionan la utilidad del redactado del preacuerdo. No son solo los expertos económicos quienes no acaban de ver claro el pacto entre republicanos y socialistas, puesto que el mismo Oriol Junqueras ha expresado que entiende las dudas que pueda tener la población, mientras que un consejero nacional de ERC ha impugnado la consulta interna de los republicanos.