Carles Puigdemont ha asegurado que considera un “incumplimiento” de Pedro Sánchez el fracaso de las negociaciones para hacer oficial el catalán en la Unión Europea, que no se podrá concretar durante la presidencia española de turno del Consejo de la UE. Este martes se producirá la última reunión de líderes europeos antes de que se acabe el mandato de Pedro Sánchez y la delegación española ya ha confirmado que la propuesta no se someterá a votación. “Es un incumplimiento de aquello que se nos había dicho que sería posible”, ha dicho Puigdemont en un mensaje a la red social X. “Hasta hace pocos días, las únicas dudas que había eran de tipo político y sobre todo vinculados a la ofensiva del Partido Popular”.
Con todo, Puigdemont ha dado crédito al gobierno español y le ha reclamado que se ponga las pilas. “Los meses por venir tienen que servir para que el Estado español haga el trabajo pendiente y haga frente a quienes lo desafían, si quiere ser creíble en su reclamación para que el catalán sea lengua oficial de la UE”. El eurodiputado ha insistido que el “camino iniciado es irreversible, aunque pida más tiempo” y ha reclamado al gobierno español que defienda su propuesta “hasta las últimas consecuencias”, incluso si esto quiere decir ir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). “El Estado español tiene que defender sin complejos que no es necesario reformar los tratados de la Unión para que una lengua sea oficial”.
Críticas a la delegación española en Bruselas
El presidente catalán en el exilio ha reconocido que la resistencia de algunos estados ha sido más fuerte de lo que “inicialmente se preveía” y ha enviado un dardo al gobierno español. “En Europa hay muchas maneras de convencer a los países reticentes”, ha afirmado. “Preguntadle a García Margallo qué le costó a España enfriar la empatía de ciertas repúblicas bálticas con el movimiento independentista catalán”. Puigdemont ha culpado a la delegación española de no hacer suficiente presión para que la oficialidad del catalán saliera adelante, pero ha vuelto a tener palabras amables con el ministro de Asuntos exteriores, José Manuel Albares, a quien ha reconocido que haya “explicado las razones por las cuales nuestra lengua tenía que acontecer oficial en la UE de una forma coherente con nuestros argumentos”.

“No parece que la estructura política y técnica de la Representación Permanente ante la UE haya desbordado entusiasmo para promover una iniciativa que formalmente era del Estado español, pero que todos sabían que formaba parte de una concesión a Junts per Catalunya”, ha lamentado. El eurodiputado de Junts ha contrapuesto la actitud de la delegación española en Bruselas durante las negociaciones por el catalán con el ímpetu que mostró después del 1-O. “El trabajo de
Puigdemont señala la presión del PP para evitar un acuerdo
Puigdemont también ha denunciado la presión del PP, que desde el “primer día” ha movido hilos en todo Europa para “hacer descarrilar” la propuesta de oficializar el catalán, el vasco y el gallego en la UE. “Han hispanizado la política europea más allá del que se podían permitir”, ha asegurado. “Las reticencias iniciales de algunos países con gobiernos populares se explican, en gran medida, por la presión política y no tanto por las razones aducidas, las cuales han sido debidamente rebatidas”. Uno de los más beligerantes ha sido el ministro italiano de Asuntos exteriores, Antonio Tajani, que ha luchado de manera activa para evitar la oficialidad de una “lengua que también es hablada en Italia” por las presiones de los populares.