Pedro Sánchez está más solo que nunca en el Congreso de los Diputados. A la ofensiva política y judicial del PP por el caso Koldo y la presión permanente de Junts y ERC para negociar cada enmienda de cada ley, se le añade ahora la rebelión de Sumar, que ha elevado el tono contra la parte socialista del gobierno español porque consideran que hace una gestión “decepcionante” de la crisis de vivienda que se extiende por todo el estado. El PSOE acumula 48 derrotas parlamentarias desde el inicio de la legislatura, una muestra evidente de la fragilidad parlamentaria de Sánchez y la dificultad de pactar con hasta siete grupos —Sumar, Podemos, ERC, Junts, PNV, Bildu y BNG— para sacar adelante su agenda legislativa.

Este miércoles será recordado en las filas del PSOE como uno de los peores días de su historia reciente. Los socialistas perdieron ocho votaciones en el Congreso, el peor registro en un solo día. Los socialistas vieron cómo el PP lograba aprobar cinco puntos de una iniciativa para suspender las nuevas normas del registro de turistas y tres más de una moción que reclama responsabilidades por el caso Koldo. Cabe decir que la sonada derrota del PSOE es consecuencia de la estrategia política del PP, que aprovecha el reglamento del Congreso para hurgar en la debilidad de los socialistas y somete sus iniciativas a una votación punto por punto, con lo cual multiplica las posibilidades de retratar a Pedro Sánchez.

La semana negra del PSOE en el Congreso comenzó el martes, cuando Sumar facilitó con su abstención la toma en consideración de una ley propuesta por el PP que busca obligar al gobierno a solicitar la autorización del Congreso para enviar armas al extranjero. También acumula otros fracasos sonados como la reprobación de dos ministros —gracias a los independentistas catalanes—, el retraso en la aprobación de la ley de amnistía, el rechazo a los objetivos de déficit o la caída de un decreto ley y de dos proposiciones de ley auspiciadas por los socialistas. 

La ministra de Vivienda del gobierno español, Isabel Rodríguez, en una atención a los medios / ACN

Tensión con Sumar por la crisis de vivienda

La tensión entre el PSOE y Sumar se ha disparado en los últimos días por la ofensiva de la coalición que lidera Yolanda Díaz para apuntalar el derecho a la vivienda, una de las apuestas del espacio para recuperar impulso y diferenciarse de los socialistas, mucho más reacios a impulsar cambios drásticos en la gestión de una crisis que no parece tener fin. El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, calificó de “decepcionante” la comparecencia de la ministra de Vivienda, la socialista Isabel Rodríguez, a quien acusó de llevar “cero propuestas” y mostrar una falta total “de empatía” con la ciudadanía.

Sumar ha anunciado que endurecerá su posición para obligar al gobierno español a cambiar el rumbo de sus políticas de vivienda, aunque de momento descarta hablar de “crisis de gobierno”. Errejón reconoció que había muchas expectativas de cara a la comparecencia de Rodríguez, pero que salió “decepcionado” por la “poca autocrítica” de la ministra, que no quiso enfrentarse con las comunidades del PP por el control de precios del alquiler, no atacó el problema del alquiler de temporada ni se ha planteado limitar la compraventa de pisos en las zonas tensionadas para limitarla a la compra de primeras residencias.

Enfrentamiento entre Rodríguez y Podemos

La comparecencia de Rodríguez en el Congreso dejó momentos vergonzosos, como el enfrentamiento de la ministra de Vivienda con Podemos. La formación morada ha acusado a la ministra de ser una “rentista” porque tiene varios pisos en propiedad, un adjetivo que molestó mucho a Rodríguez, quien aseguró que sus propiedades “no valen ni la mitad que el chalet de Galapagar”, dijo en referencia a la casa que Pablo Iglesias e Irene Montero compraron hace un año. Podemos ha acusado a la ministra de “perder los papeles” y el exvicepresidente del gobierno español le ha reclamado que se disculpe.

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