La Mesa del Congreso ha rechazado este martes -con los votos de la mayoría conformada por PSOE y de Sumar y el ‘no’ de PP y Vox- el requerimiento del Senado para parar la tramitación de la Ley de Amnistia, siguiendo el criterio de los letrados que no hay ensambladura legal para hacerlo y que plantear un conflicto de atribuciones sobre esto resultaría «improcedente». Así mismo, ha pedido «lealtad constitucional» en la cámara alta, donde los populares cuentan con mayoría absoluta, recordando que no puede usurpar funciones del Tribunal Constitucional.
La Mesa de la cámara baja ha hecho sedes los nueve puntos del informe de los letrados, remarcando que el Congreso ha ejercido sus atribuciones «en los términos constitucionalmente y reglamentariamente establecidos», y que es una «clara injerencia» que el Senado cuestione la constitucionalidad de la tramitación parlamentaria en el Congreso o el cumplimiento de las normas reglamentarias. En este sentido, los letrados subrayan que «la función de controlar cómo ha aplicado su Reglamento el Congreso corresponde si procede al TC, y el Senado no puede asumir funciones de fiscalización otros órganos constitucionales».
Además, los letrados indican que «no existe ninguna vía reglamentaria» que permita que la Mesa pueda paralizar una iniciativa que está en tramitación y resaltan que una decisión como esta «carecería de precedentes» y «implicaría reconocer una potestad exorbitante a la Mesa de la Cámara». Así, el documento concluye que «el conflicto planteado» por el Senado es «improcedente» porque hace referencia a decisiones que «no constituyen el objeto propio de un conflicto de atribuciones sino, si procede, de un recurso de inconstitucionalidad».

«Presunción de constitucionalidad»
El vicesecretario de la Mesa del Congreso Alfonso Gómez de Celis (PSOE) ha asegurado que el órgano rector ha adoptado esta decisión porque todos los pasos que se han hecho al pleno sobre la ley de amnistía «tienen presunción de constitucionalidad», y «solo el TC es competente para dirimir si alguno de los pasos no cumple la Constitución». Ante esto, Gómez de Celis ha cargado contra la iniciativa del Senado porque «es una deslealtad institucional sin precedentes» que, según ha dicho, «no podemos admitir desde el punto de vista político».
En este sentido, el diputado de los socialistas españoles ha acusado el PP de ser «un partido antisistema» porque, según ha apuntado, «es capaz de romper todas las lealtades institucionales y de convertir el Senado en una cámara de simple oposición en el Congreso», y lo ha calificado de un hecho «muy triste para la democracia». El Senado no puede «travestir-se en el Tribunal Constitucional», ha sentenciado.