El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ve el camino directo hacia la Moncloa tras la salida del congreso nacional. Después de haber sido ratificado como presidente de la formación por práctica aclamación, Feijóo se ha situado como única alternativa al ejecutivo actual. «En unas elecciones, solo hay dos opciones: o Sánchez o yo», ha afirmado. Aspira, según ha declarado en el cierre del cónclave de la derecha española, a gobernar en solitario, para no reeditar el experimento de un gobierno de coalición que «no ha funcionado». Aun así, ha descartado completamente cualquier «cordón sanitario» a ambos lados. «Ni a Vox, como pide la izquierda, ni al PSOE, como pide Abascal», ha afirmado. La única fuerza política que está fuera de las conversaciones asumibles por los populares es EH Bildu.
Incluso ha abierto la puerta a negociar con el independentismo catalán, si bien ha sostenido que pondrá límites. «No consentiré más desafíos a mi país», ha declarado, dirigiéndose a Junts y Esquerra. Así, contempla buscar acuerdos con los partidos del Principado, así como con el resto de fuerzas soberanistas; pero sin tratar nada que esté «fuera de la ley y la constitución». Con todo, entiende este congreso conservador como «el día que comienza todo». «Es el acto fundacional de un nuevo tiempo», razona. Entre otras cuestiones, el hipotético gobierno de la derecha española priorizará la «regeneración democrática», la crisis de la vivienda y el sistema fiscal. También se ha comprometido a atacar el catalán y el resto de lenguas oficiales, excepto el castellano; con una futura «ley de lenguas» que «permita que todos los niños puedan ser educados en español».

Ayuso cede terreno
La victoria de Feijóo ha venido acompañada de una total adhesión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a sus tesis. A pesar de que se la veía como una rival del gallego para dirigir a los populares, Ayuso ha declarado desde el atril del congreso que el conjunto de la militancia, ella incluida, «acompañará» al presidente del partido. «Estaremos vigilantes porque este muro no caerá, lo derribaremos entre todos».
Fuera del apoyo a Feijóo, Ayuso ha hecho un discurso mucho más ideológico que el líder del partido, con ataques explícitos a cualquier avance en la soberanía de Cataluña, como la reforma de la financiación; acusando a la Generalitat de «querer quitarnos el dinero». Así, ha reclamado a los suyos que fiscalicen cualquier movimiento de las instituciones catalanas, así como de la Moncloa, para bloquear los avances en las conversaciones entre instituciones. «Debemos controlar el BOE como quien pone patrullas ciudadanas de seguridad», ha concluido.