El PP está dispuesto a casi todo para intentar que Alberto Núñez Feijóo sea presidente de España. Por un lado, cada día reclama a Pedro Sánchez que acepte la derrota del 23-J y ceda el paso al líder popular, cosa que Sánchez no tiene ninguna intención de hacer. Y, por el otro, intenta conseguir nuevos apoyos. No le ha funcionado con el PNB y parece que ahora los populares estarían dispuestos a probarlo con Junts, aunque solo sea para dinamitar el apoyo al PSOE y forzar nuevas elecciones. De hecho, los cantos de sirena del entorno de Feijóo a Carles Puigdemont empezaron hace días, aunque oficialmente el PP niegue los contactos.
En los últimos días, los populares se han dedicado a enviar globos sonda a través de cargos secundarios del partido y medios de comunicación afines. Primero fue el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del PP, Pedro Rollán, quien abrió la puerta a negociar con todos los partidos, incluido Junts, «siempre que estén dentro del marco de la Constitución española”, es decir, en las mismas condiciones que el PSOE —con la diferencia que los populares no quieren hablar con Bildu—. Poco después, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, y el presidente del PPC, Alejandro Fernández, desmintieron “categóricamente” cualquier negociación, pero el ruído de fondo ya está ahí.

Este martes el digital
De hecho, el digital incluso hace un par de tirabuzones discursivos y asegura que las demandas de Junts se podrían acomodar a la Constitución. Primero dice que cuando Junts pide un referéndum de independencia, no especifica que sea vinculante –cosa que en Cataluña se da por hecho– y recuerda que la Constitución española permite hacer consultas de carácter consultivo. También afirma que la Carta Magna no menciona expresamente las amnistías, sino que prohíbe los “indultos generales”. Son dos salidas que, en realidad, valen tanto para Sánchez como para Feijóo.
¿Qué hará Juntos?
Es muy pronto por saber qué hará Junts cuando llegue el momento de votar las investiduras de Feijóo y Sánchez. Seguramente ni ellos mismos lo saben. Durante la campaña, Míriam Nogueras y su equipo han dejado muy claro que, a ojos de Junts, a la hora de la verdad no hay diferencias entre el PP y el PSOE cuando se trata de Cataluña. Esto se podría interpretar como que tampoco debería haber diferencias a la hora de pactar si cualquiera de los dos partidos está dispuesto a comprometerse con las demandas de Junts: referéndum y amnistía.
Puigdemont avisaba hace unos días que no aceptarán ningún “chantaje político” para investir a Sánchez. El presidente catalán en el exilio es consciente que Junts tiene una oportunidad de oro para condicionar el gobierno de Madrid, pero también sabe que la apuesta es arriesgada. Investir a un presidente español sin contrapartidas claras podría abrir una crisis con sus votantes, pero ir a una repetición electoral de resultado incierto también es peligroso porque no hay ninguna garantía que puedan mantener el papel decisivo que tiene ahora.