La presidenta de Junts, Laura Borràs, ha viajado este lunes por la mañana a Bruselas para sumarse a la negociación final con el PSOE para cerrar el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez. Según ha podido saber El Món, Borràs tenía que viajar el domingo a la capital de Bélgica, pero finalmente decidió posponer el viaje para asistir al funeral del médico y activista Carles Furriols en Vic. Borràs se añade al grupo reducido de dirigentes de Junts que está en Bruselas para desencallar definitivamente el pacto con el PSOE, que está pendiente de resolver pequeños detalles del redactado de la ley de amnistía, en especial añadir garantías para los casos de lawfare.

El acuerdo podría ser inminente, según todas las fuentes consultadas. El número tres del PSOE y emisario de Sánchez para hablar con Puigdemont, Santos Cerdán, también habría viajado a Bruselas este domingo para reconducir las conversaciones con Junts.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, y el presidente del grupo parlamentario de la formación, Albert Batet, se reunieron el domingo con Carles Puigdemont para avanzar en las negociaciones a la espera de acordar los flecos pendientes con el PSOE. Los socialistas, Sumar y ERC habrían aceptado ya el redactado propuesto por Junts para retocar la cláusula F, la que determina qué delitos y a quienes se puede aplicar la amnistía, para restringir el margen interpretativo que tendrán los jueces en casos como la Operación Volhov, el caso del ex consejero Miquel Buch y el sargento de los Mossos Lluís Escolà o el del jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay.

La reunión de Carles Puigdemont con el Secretariado Permanente de Juntos en Bruselas en el tramo final de la negociación con el PSOE para la amnistía y la investidura de Pedro Sánchez (2/11/2023) / Imagen cedida por Juntos
La reunión de Carles Puigdemont con el Secretariado Permanente de Juntos en Bruselas / Imagen cedida por Juntos

La cláusula de la discordia también serviría para dar más garantías a los represaliados por desórdenes en protestas y manifestaciones posteriores al referéndum del 1-O, como el Tsunami Democrático. Las conversaciones entre Junts y el PSOE giran alrededor del redactado de la norma, puesto que jurídicamente se tiene que dejar bien atada para que no la pueda tumbar el Tribunal Constitucional ni tenga vacíos que puedan ser aprovechados por los jueces conservadores, que ya se han mostrado contrarios a la amnistía incluso antes de ver el texto y han prometido presentar batalla hasta el último momento.

Un acuerdo inminente que no se acaba de cerrar

El acuerdo de Junts con el PSOE hace días que está a un paso de cerrarse. El pasado jueves parecía que se anunciaría de manera inminente, pero las desavenencias entre los dos partidos por los casos de lawfare torpedeó el anuncio. La maniobra de ERC de hacer público su pacto con los socialistas, que además de la amnistía incluye la reanudación de la mesa de diálogo, el traspaso de Cercanías y la condonación de parte de la deuda que Cataluña tiene con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) tampoco ayudó. En Junts consideraron que salir inmediatamente después de los republicanos a explicar su acuerdo desluciría las mejoras introducidas por el partido después de unas negociaciones muy complejas que pueden suponer un desgaste importante para los de Carles Puigdemont.

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