No se ponen de acuerdo, pero coinciden. Los tres partidos independentistas con representación actualmente en el Parlamento de Cataluña han cerrado su campaña para las elecciones del 12 de mayo reclamando el voto el uno contra el otro, pero los tres han situado también al PSC como rival a batir, en la medida que representa el unionismo y la Moncloa. Con argumentos y acentos diferentes, tanto ERC, como Junts, como la CUP han levantado la voz para parar lo que las encuestas presentan como victoria muy probable de Salvador Illa. En unos mítines finales a los cuales todos han llegado como conocedores que las encuestas, especialmente las más recientes, las prohibidas en el estado español y publicadas en Andorra y en Australia, hacen que el candidato socialista sienta que Carles Puigdemont le pisa los talones.

Euforia en Elna, en el final de campaña de Junts

La euforia que hace días se ha apoderado del equipo de campaña de Junts, en la Catalunya Nord, ha llegado hoy al momento culminante en un mitin final en el que se han dado cifras de asistentes –como en los partidos de fútbol y las manifestaciones. Según la organización –en este caso no hay la aportación de la Guardia Urbana–, en Elna, al acto improvisado esta semana para dar a Puigdemont un baño de masas más, había 3.500 personas, que completarían la cifra global de 15.000 simpatizantes desplazados a la Catalunya Nord durante la campaña para escuchar al candidato de Junts. La competencia con el PSC también es dura en este terreno: los socialistas han asegurado que en su mitin de cierre, en el pabellón del Valle de Hebrón, había 3.500 asistentes, y que 500 más se han quedado en la calle.

Vista panorámica del acto final de campaña de Junts+

Fuera cual fuera la cifra exacta, Puigdemont se ha encontrado un día más ante una multitud a la que ha pedido el voto útil para su candidatura, «la única independentista con opciones de ganar». Y ha jugado con el doble sentido de las palabras cuando ha soltado la frase de la noche: “Señores de Madrid, preparaos porque ya vamos”. Un aviso que contiene la confirmación de que está a punto de volver de Cataluña para quedarse –y para hacer política, si las cosas le salen bien en las elecciones del 12-M y en las negociaciones posteriores– y que su opción política, el independentismo, aspira a mantenerse en las instituciones y a continuar buscando el camino de la autodeterminación.

ERC, contra «el PSC más españolista de la historia»

Es lo mismo que ha reclamado ERC, desde Tarragona. El gran acto de final de campaña fue ayer en Barcelona, pero hoy han hecho el último mitin y también han levantado la voz contra «el PSC más españolista de la historia». «Hago un llamamiento a concentrar el voto de izquierdas, y hago también un llamamiento a los votantes independentistas, porque cada voto que no vaya a ERC es un voto que puede beneficiar al PSC más españolista de la historia”, ha advertido Pere Aragonès.

El cabeza de lista de ERC, Pere Aragonès, en el mitin final

Según los republicanos, ellos son el voto útil independentista y de izquierdas, porque quieren romper la «Cataluña binaria de solo dos colores» que representan Junts, como heredera de Convergència, y el PSC. Con la referencia al actual españolismo del PSC, Aragonés marca las diferencias con lo que era este partido cuando fue presidente Pasqual Maragall, con la participación de ERC en el gobierno catalán. De este modo, el actual presidente de la Generalitat y candidato de ERC, aleja el fantasma del tripartito que siempre planea sobre su partido cuando se ve venir un resultado electoral con una aritmética endiablada, como se prevé esta vez.

La CUP reclama «un Parlamento más independentista, de izquierdas y soberano»

El tercero en discordia, pero que también se encuentra en el punto de intersección de hacer frente al PSC, es la CUP. Los de la izquierda independentista anticapitalista han hecho el cierre de campaña en el Born, muy cerca del fossar de las Moreres, y han repartido críticas tanto a los socialistas como a Junts y ERC. «A partir de domingo, Pere Aragonés, Carles Puigdemont y Salvador Illa se acabarán poniendo de acuerdo para que nada cambie», ha dicho Laia Estrada, la cabeza de lista. Pero no han dejado de subrayar que lo que quieren es “un Parlamento más independentista, de izquierdas y soberano”. De hecho, la formación ha repescado tótems de dos etapas del Procés, David Fernàndez i Anna Gabriel, para dar épica a su final de campaña, que marca que el independentismo no tira la toalla.

Los exdiputados de la CUP, Anna Gabriel i David Fernández, al cierre de campaña del partido / ACN
Los exdiputados de la CUP, Anna Gabriel i David Fernández, en el cierre de campaña del partido / ACN

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