ERC y Junts se acusan mutuamente de ser socios preferentes del PSC. La presidenta de Junts, Laura Borràs, desde Badalona, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, desde Reus, han alimentado los fantasmas de los pactos con los socialistas para pedir el voto útil al independentismo. Los republicanos han hecho un llamamiento a acabar el 28-M con la “coalición conservadora” de la sociovergencia, ejemplificada en el pacto a la Diputación de Barcelona y la pinza habitual que le hacen los dos partidos en el Parlamento; mientras que los juntaires les reprochan que hayan dado estabilidad al gobierno de Pedro Sánchez a Madrid a cambio de una mesa de diálogo que ha resultado ser un “fracaso estrepitoso”.
En un acto en Reus con la consejera de Economía, Natàlia Mas, y la candidata de ERC, Noemí Llauradó, Junqueras ha hecho un llamamiento a aprovechar las elecciones municipales para acabar con la “coalición conservadora que durante 40 años se ha repartido el país”. Los republicanos, que el 28-M se disputan con el PSC la victoria simbólica de ser el partido más votado de Cataluña, se quieren erigir en la alternativa a los que han “mandado siempre” –en referencia a Junts y el PSC– y aseguran que “tienen miedo del cambio, de la posibilidad que las ciudades y los barrios se liberen”.
En Badalona, la presidenta de Junts, Laura Borràs, ha acusado a ERC y al PSC de hacer “teatro” durante la campaña electoral y de distanciarse de cara a la galería. «Hacen ver que se pelean, pero son socios”, ha espetado. Borras ha criticado a los republicanos porque en Madrid “son los más amigos” de los socialistas porque «les invisten presidentes y les aprueban presupuestos» a cambio de una mesa de diálogo que «está busca y captura» porque ha sido un «fracaso estrepitoso». La dirigente juntaire ha recriminado a ERC que quiera “apartar” al PSC de los ayuntamientos del área metropolitana mientras en Madrid les “dan poder para hacer cosas”.
