A última hora y con un burofax. Este ha sido el sistema elegido por la exdelegada del gobierno español en Cataluña, Teresa Cunillera, para rechazar la asistencia a la comisión de investigación del Parlamento sobre el caso Pegasus y el Catalangate. El presidente de la comisión, el republicano Josep Maria Jové, ha comenzado la sesión prevista para esta mañana a las diez con una retahíla de comparecencias, sobre todo representantes políticos del estado español. Ninguno de ellos ha querido asistir y así lo expresaron por carta. Solo dos de los citados no han tenido ni la «cortesía» de responder, como por ejemplo el presidente español, Pedro Sánchez o el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
De hecho, Cunillera todavía no había dicho nada, y apenas ha empezado la comisión ha remitido un burofax con el que declinaba asistir. Una vez borrada de la lista, la comisión ha debatido sobre algunos de los comparecientes, es decir, si tenían que asistir a la comisión como testigos o como expertos. A estos efectos, los portavoces de ERC y Junts han propuesto ampliar la lista de comparecientes con la asistencia de representantes de la ANC y Òmnium Cultural. Por otro lado, el presidente Quim Torra, ha enviado una carta a la comisión reclamando amparo del Parlamento al ser víctima del ciberespionaje.

Ribó y la «democracia secuestrada por la nube»
A la vista de las ausencias, la comisión solo ha podido celebrar la comparecencia del exsíndic de greuges, Rafael Ribó, que ha defendido su informe sobre la vulneración de derechos que supone el uso de estos programas espía. Ribó ha utilizado el título del último libro de Josep Ganyet, «La democracia muere a la nube», para describir la actual vulnerabilidad de las comunicaciones y de los aparatos móviles.
Ribó ha instado Al Parlamento a liderar la investigación de cómo se compra y se financian estos programas de ciberespionaje en España. Por otro lado, también ha espoleado a los diputados a instar la prohibición europea del uso de Pegasus en la Unión Europea. Y así mismo, ha insistido a animar en el Parlamento a vigilar de qué manera se elige el juez que controla el Centro Nacional de Inteligencia.