Es una de las pocas piezas que faltaban en el cada vez más completo rompecabezas de la policía patriótica de Mariano Rajoy, responsable de la operación Cataluña. En concreto, una grabación del exjefe de la poderosísima Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía -una unidad imprescindible en la operativa contra el independentismo-, que también fue director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el comisario José Luis Olivera. En la conversación, Olivera admite la existencia de una brigada contra el Proceso y la manipulación de documentos e, incluso, se atribuye el diseño. 

La confesión, muy alterada y vehemente, se produjo durante una jugosa comida el 21 de enero de 2015, en un reservado de un restaurante del lujoso barrio de Salamanca de Madrid, un local que los mismos participantes en el encuentro llegan a describir como un “lugar ideal para conspirar”. La difusión de esta grabación, a la que ha tenido acceso El Món, completa el reconocimiento de la existencia de la operación Cataluña que recientemente ha hecho, en la comisión de investigación del Congreso, el exjefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, enemistado, por cierto, con el sector Olivera, al que pertenece también el comisario ahora jubilado José Manuel Villarejo.

Además de Olivera y Villarejo, asisten a esta comida clave Mauricio Casals, entonces presidente de La Razón y hombre de máxima confianza mediática de la Moncloa de Rajoy, el empresario Adrián de la Joya, que llega tarde porque viene de Bruselas, y un auténtico tótem de varias generaciones de policía, el comisario José Antonio González, exjefe de la comisaría general de la Policía Judicial y hombre clave en la resolución de casos espectaculares como el asesinato de Anabel Alonso o la histórica detención de Luis Roldán, exdirector de la Guardia Civil. La reunión fue grabada y El Món ha tenido acceso a la grabación.

Mauricio Casals, en una imatge a l'entrada de l'Audiència Nacional/Europa Press
Mauricio Casals, en una imagen en la entrada de la Audiencia Nacional/Europa Press

Una comida que sirve de advertencia

En un primer momento, todos se saludan con complicidad y Olivera los invita a todos a su toma de posesión del cargo de director del CITCO, que será el martes siguiente. Empiezan a servir pulpo y “jamoncito fenomenal” para todos, Olivera añade dos ostras “porque es muy francés” y, de plato principal, merluza limpia, sin piel y con patatas, y pargo a la brasa con calabacín. Lo acompañan con cerveza, cerveza sin alcohol y vino Albariño.  Casals es el jefe de mesa de un encuentro que ha convocado para advertir a todo el grupo, y en especial a Villarejo, de cómo el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está detrás de todos los comensales. De hecho, Casals narra que le han dicho que conocen la comida que celebrarán. González los tranquiliza, pero todos recomiendan tener cuidado, en especial a Villarejo. 

Parte de la conversación entre los miembros de la policía patriótica donde Mauricio Casals les alerta de las maniobras del CNI con Soraya Sáenz de Santamaría/Quico Sallés

El presidente de La Razón detalla cómo los del CNI inflan la cabeza a la entonces vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y su mano derecha, Maria Pico. Casals insiste en el cerco que los “cecilios” -nombre de los agentes operativos del CNI- están llevando a cabo contra miembros con demasiado poder en las cloacas aunque son “tipos normales. Una información que enfurece a los que se sientan a la mesa, tanto a Villarejo como a González y, sobre todo, a Olivera, que sale en defensa de su “amigo” Villarejo, recordando la información que guarda y el daño que puede hacer. 

Según Casals, el CNI está muy “enfadado” porque algo ha hecho Villarejo que “tiene informaciones que no les gusta que la gente tenga” y “les ha tocado de verdad las narices”. Una frase que cobra todo el sentido en el contexto que Villarejo ha contactado con Corina Larsen, la pareja clandestina de Juan Carlos de Borbón y ha descubierto el dinero de las comisiones que el monarca ocultaba a nombre de la aristócrata alemana. “No pararán hasta que te destrocen”, recalca Casals, le avisa que vienen elecciones y que la gente “está “muy nerviosa”. Y añade que Soraya solo escucha al “capullo del general”, en referencia a Fèlix Sanz Roldán, exdirector del CNI. 

Parte de la conversación de Casals donde explica la tensión en la Moncloa por la gran cantidad de información que tiene la cloaca y cómo «tocan las narices al CNI»/Quico Sallés
José Manuel Villarejo, en la seva intervenció a la comissió d'investigació del 17-A/Pool Congreso
José Manuel Villarejo, en su intervención en la comisión de investigación del 17-A/Pool Congreso

Villarejo toma la palabra para reivindicarse y delata que tiene información sobre los papeles de Luis Bárcenas, el extesorero del PP, entonces imputado en un proceso que complicaba la vida a la dirección del partido. En esta línea añade que puede blandir el “tema Cataluña”. Incluso, aparece el juez del Volhov, el titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que entonces investigaba el caso Macedonia, en el que quería pinchar los teléfonos de los Mossos d’Esquadra, cuando el cuerpo y su jefe de investigación criminal, Josep Lluís Trapero, eran objetivos de la policía patriótica con una operación diseñada por Olivera. 

Villarejo incluso presume de cuando, años atrás, cuando gobernaba Felipe González, hizo una “notita” que hizo caer un vicepresidente del gobierno español Narcís Serra y el general Emilio Alonso Manglano, director del CESID (padre del CNI actual) por “informaciones” como las que tiene la “Petitona”, el alias con que conocen a Soraya Sáenz de Santamaría. 

Parte de la conversación del 21 de enero de 2015 donde Villarejo amenazaba con la información que tiene de Bárcenas y la Operación Cataluña en la Moncloa/Quico Sallés
La vicepresidenta del govern espanyol, Soraya Sáenz de Santamaría
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría

Olivera se enfada y canta 

El ambiente va subiendo de tono y cuentan diferentes gestas de la policía patriótica durante la Transición y con los socialistas en el poder. Olivera pide la palabra y admite que tiene miedo del CNI porque montan “cada historia…”. Recuerda una conversación con una de las jefas del CNI de “nivel 30” por el asunto del Pequeño Nicolás y por el papel de un magistrado, y el comisario avisa que es colega del presidente del Consejo General del Poder Judicial, con quien jugaba a cartas en partidas donde estaban también los fiscales Javier Zaragoza y Fidel Cadena (los fiscales del Proceso) y el magistrado José Ramon Soriano, que instruyó el caso Campeón contra José Blanco, la causa madre de la cual derivó el caso ITV de Oriol Pujol. También aporta un dato interesante, y es la conversación que tuvo con Marcelino Martín Blas con los fiscales del caso Palau en Barcelona, Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo, para pedir registrar la sede de CDC, algo que Olivera hasta ahora había mantenido en silencio. 

Olivera pide que “no subestimen a Villarejo” porque si al comisario “se le cruzan los cables” no habrá elecciones para el PP. “No es una amenaza, se les va todo, las elecciones y el tema Cataluña, a tomar por culo”. Reclama que lo “dejen tranquilo” y advierte que Soraya no tiene motivo para enfadarse. Casals pide paciencia porque los del PP. Olivera insiste en que Villarejo tiene información y “todos los papeles” y “ponerlos en la cárcel” y apunta que avise al secretario de Estado, Francisco Martínez, que tenga cuidado porque se “encontrará con tres portadas” y esboza cómo manipulaban los atestados. Incluso propone que Villarejo vaya a trabajar al CITCO. 

Olivera explica la cantidad de información que tiene Villarejo y cómo puede hundir al PP que incluso, los puede llevar a la cárcel/Quico Sallés
Olivera, el dia de la presa de possessió com a director del CITCo acompanyat del número dos d'Interior, Francisco Martínez, i rere seu els jutges José Miguel Bermúdez, Santiago Pedraz i el fiscal Javier Zaragoza, tots a l'Audiència Nacional/MdI
Olivera, el día de la toma de posesión como director del CITCo acompañado del número dos de Interior, Francisco Martínez, y detrás suyo los jueces José Miguel Bermúdez, Santiago Pedraz y el fiscal Javier Zaragoza, todos en la Audiencia Nacional/MdI

Olivera confiesa la existencia de la brigada contra el Proceso

Casals pide paciencia porque ganará el PSOE, y llegará “la Sultana”, el sobrenombre de Susana Díaz, que se presentaba para secretaria general del PSOE ante Pedro Sánchez, pero que por sorpresa perdió, ya que ganó el actual inquilino de la Moncloa. «Con un poco de suerte tendremos a la Sultana y eso es otro diálogo, porque estos [el PSOE] son listos de verdad», remata.

Casals pide paciencia a los comisarios porque pronto habrá un cambio de ciclo con la Sultana, Susana Díaz/Quico Sallés

La tensión se hace notar, hasta que, al final, Olivera estalla y admite abiertamente la existencia de la operación Cataluña. Lo hace de una manera clara. “¡El tema de Cataluña lo monta este señor! ¡Se ha montado entre dos personas!”, delata. E incluso explica que aporta sus empresas y pierde dinero para hacerlo. González interrumpe para aportar los datos de cómo se ha trabajado con Victòria Álvarez, la examante de Jordi Pujol Ferrusola. Olivera detalla que ha recibido un mail de la Unión Europea, a través de Transparencia Internacional, para que informe sobre si, «como dice la Oficina Antifraude de Cataluña, la policía [española] ha montado unidades secretas para investigar políticos catalanes, crear pruebas falsas y buscar agentes que hablen catalán» para trabajar en este proyecto. Y anuncia que lo ha remitido al «secretario de Estado» para saber qué ha de contestar y que también lo ha hecho llegar al responsable de Dirección Adjunta Operativa del Ministerio del Interior, Eugenio Pino. “¡Es todo verdad!!! ¡Si lo he diseñado yo!”, grita. Y se quejan otra vez del gobierno del PP: “¡Encima, los malos seremos nosotros!”. Han tomado café, cortado y un descafeinado con leche. 

Parte de la conversación donde Olivera admite que es verdad la existencia de la Operación Cataluña y cómo han utilizado a Villarejo y sus empresas/Quico Sallés

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