Pablo Motos ha acabado siendo protagonista de la última entrevista en
El titular es potente: «Me disparé en la cabeza«. Todo el mundo se ha escandalizado al sentir esta afirmación y le han pedido más explicaciones: «Me apunté a la cabeza y disparé, pero no me di… y es por eso que todavía estoy aquí». La anécdota se sitúa en su época a la mili, como muchos sospechaban: «Me asignaron la tarea de limpiar las armas y yo había quedado con una chica después. No quería llegar tarde, así que no las limpié del todo; solo les puse aceite. Tenía que ir revisando que no estuvieran cargadas y, realmente, nunca lo estaban».
Pablo Motos saca a la luz una anécdota curiosa de su época en la mili
El problema es que, en una distracción, disparó el arma que tenía en las manos y aquella sí que tenía munición. Considera que fue un milagro que la bala no le diera en la cabeza, ya que estaba justo delante y podría haber impactado directamente.

El accidente sí que tuvo consecuencias en su salud, pero solo de manera momentánea: «Me quedé sordo de un oído y sin habla. Tuve que estar en el hospital unas horas y recibí una sanción. Me metieron en el calabozo por hacer mal mi trabajo», ha revelado.
Este habría sido el peor accidente que vivió, teniendo en cuenta que podría haber tenido una consecuencia fatal. El presentador de