Laia Ferrer desapareció de TV3 de repente y pasaron dos meses hasta que volvimos a verla en los informativos. A través de sus redes sociales, la periodista explicó que había estado de baja por un problema de salud sobre el que no quiso hablar mucho. Ahora, sin embargo, se ha sincerado al respeto en una entrevista en el
La historia es fuerte, teniendo en cuenta que la presentadora de los deportes del 3/24 asegura que por culpa de esto ha sufrido un infierno: «El 3 de octubre, a las cuatro de la madrugada me desperté para ir hacia el trabajo. Empecé a notar un dolor de cabeza muy fuerte y vine a trabajar igualmente porque en aquellas horas no tengo sustituta. Me tomé un ibuprofeno y creía que se me pasaría, pero fue además. Fui hacia casa, el día siguiente me pasó el mismo y en el tercer día mientras hacía el directo me entraron vómitos y empecé a perder visión. Me fui directa hacia el hospital porque lo veía todo borroso y de color blanco».
«Un dolor de cabeza tan bestia que no había tenido nunca me asustó, porque no había tenido nunca. Aquí empezó todo un periplo de pruebas e intentos de medicarme porque no sabían qué tenía. Me pasó por la cabeza lo peor, como que estaba teniendo un derrame cerebral, un ictus o un cáncer. Me hicieron todas las pruebas y, por suerte, me salió todo bien. Me dijeron que la buena noticia era que no tenía nada grave y que no me moriría de aquello, pero que lo tendría toda la vida», explica.

Laia Ferrer comparte su experiencia con los brotes de migraña
Durante un mes y medio, sufrió ataques de migraña cada día porque su cerebro no sabía parar el dolor de cabeza: «Estuve un mes y medio encerrada en casa, en una habitación sin poder salir de casa. Me encontraba a oscuras sin poder hacer nada, ni ir a buscar a mis hijos a la escuela ni cocinar ni nada. Mi hijo me preguntaba si me moriría porque veía que no me podía levantar de la cama».
En su caso, la migraña consiste en un dolor de cabeza muy bestia: «Como si cogieran un taladro y me taladraran el ojo izquierdo directamente. No puedo abrir los ojos… Recuerdo volver a casa conduciendo y teniendo que parar el coche dos y tres veces porque no podía seguir. Es un mal tan incapacitante que no puedes hacer nada».
La migraña es hereditaria y hay desencadenados. En su caso, por lo que le han dicho los neurólogos, viene derivada «de la falta de sueño«, relata Laia Ferrer. Ante esto, ha tenido que cambiar sus hábitos. Ella se levantaba pronto y no hacía siesta, pero ahora se obliga a hacerlo para poder descansar. También ha eliminado alimentos de su dieta con histamina, puesto que estos provocan que tenga más migrañas: «He descubierto un mundo, aquí». Ahora han encontrado una medicación que la ayuda a disminuir un poco sus ataques.

Se considera que tiene migraña crónica porque le dan más de tres brotes de dolor al mes: «Por suerte, no tengo tantas como tenía antes o como gente que tiene más». A ella no le encontraba un buen tratamiento, pero finalmente han conseguido uno que la ayuda y también tiene una pastilla de emergencia. Lo que le ha salvado es conocerse y saber cuando está a punto de tener una nueva crisis de migraña, así como haber aprendido a como usar los medicamentos: «Si no paras a tiempo tu cerebro, se desencadena el brote y puedes estar 72 horas con dolor de cabeza». Un testigo importante que puede ayudar a otras personas todavía mal diagnosticadas.