Tamara Falcó se casará con Íñigo Onieva el próximo 8 de julio, fecha que han escogido para la ceremonia finalmente después de tenerla que posponer por falta de tiempo. La hija de Isabel Preysler y el empresario han escogido el palacio El Rincón como escenario, una propiedad familiar de la marquesa de la que está intentando sacar partido a base de alquilarla a diferentes series de televisión.
El problema es que varias fuentes próximas a ella están filtrando a la prensa una verdad que ella quiere ocultar, que la finca no está muy conservada. Dicen que las paredes están estropeadas, que el mobiliario está medio roto y que los jardines no se cuidan suficiente. ¿Cómo lo harán para adecuar esta majestuosidad de palacete de cara a la boda, entonces?
Se había dicho que lo pondría a la venta porque es caro de mantener y necesita una reforma millonaria, pero de momento no se ha confirmado. Lo que sí que se sabe es que todos los invitados de una de las bodas del año se reunirán allí este verano. Hoy

Una empresa de reparaciones tendrá que trabajar en la finca de Tamara Falcó antes de la boda
Para que los novios puedan cambiarse en el interior de la finca, habrían pedido a una empresa que hagan una reparación superficial de las habitaciones que necesitarán para cambiarse. Otro

Entre los invitados habrá miembros de la aristocracia, tertulianos de televisión, presentadores, empresarios y gente famosa de todo tipo. ¿Qué pensarán al ver que la finca escogida no está en condiciones de celebrar una boda de estas características? Podría ser que Tamara no tenga suficiente dinero para arreglarla del todo antes de la ceremonia o que realmente no le importa como esté siempre que pueda decir que se ha casado en el palacio del padre. Lo más probable es que venda la exclusiva de la boda a una revista del corazón, la que hará fotografías de todo para que los más cotillas puedan ver cómo ha sido desde dentro.