Alejandra Rubio se ha querido despedir de la abuela, de María Teresa Campos, en una carta muy emotiva y un
Ha compartido un fragmento del escrito que ha publicado en el
Alejandra Rubio, que trabaja de colaboradora de televisión en un programa del corazón de Telecinco, repasa algunos de los recuerdos que tiene con la abuela: «Desde que yo era pequeña, te tirabas al suelo conmigo para jugar juntas a las muñecas; les poníamos nombre, las vestíamos con el mejor look y planeábamos una fiesta en la que manteníamos conversas mientras nos hacíamos pasar por ellas. Cuando íbamos juntas en Marbella me regañabas por comer Cola-Cao a cucharadas mientras veíamos
Alejandra Rubio saca a la luz anécdotas de María Teresa Campos
También recuerda que a María Teresa no le gustaba verla con botas negras de calaveras en verano: «Nunca has entendido por qué llevaba botas a 30 grados y por qué las quería con calaveras, ya que siempre has estado muy supersticiosa«. Deja claro que la abuela ha estado muy pendiente de ella y, sobre todo, muy presente en su día a día: «Gracias por enseñarme gran parte de lo que sé de la vida. Está más que claro que mi afición por la lectura viene de ti».
Ha explicado, además, que las mejores fiestas de cumpleaños que ha tenido han sido organizadas por su abuela: «Nunca he tenido una abuela al uso, he tenido una abuela moderna, luchadora y avanzada a su tiempo en todos los sentidos. Esto me ha hecho sentir la mujer más orgullosa. Gracias para enseñarme a luchar para conseguir mis sueños, por animarme a estudiar lo que verdaderamente me gusta. Gracias por el legado que nos has dejado, por no haber parado de trabajar ni un segundo para darnos la mejor vida posible».


Alejandra Rubio reconoce, ahora, que María Teresa Campos no quería que ella también trabajara en televisión: «Gracias por aconsejarme cuando empecé a trabajar en el medio. Sé que no era lo que más ilusión te hacía y me regañabas si tenía coletillas o si me tocaba mucho la oreja o el pelo».
En esta carta también saca a la luz cuáles eran las recetas de la abuela que más le gustaban: «Gracias por tu sopa y las galletas con azúcar». Alejandra Rubio tiene claro que toda la familia es como es gracias a la abuela: «Nos has enseñado valores y también has influenciado para que tuviéramos la mejor educación. Sé que tu vida no ha estado fácil, has pasado por cosas muy duras que ha sabido llevar con la mejor actitud y esto nos lo has inculcado a todos».

«Nunca me cansaré de darte las gracias y de decirte el orgullo que siento hacia tú. Gracias a la vida para darme la mejor abuela que podría tener. Sé que desde allá donde seas nos cuidarás. Todos los sueños que cumpla serán para tú», prosigue en un escrito muy bonito.