Julia Otero vuelve a estar inmersa en la actualidad informativa después de la pausa que tuvo que hacer cuando le diagnosticaron cáncer de colon en 2021. Afortunadamente, la quimioterapia tuvo buenos efectos y se encuentra completamente recuperada. Ha regresado al trabajo y se mantiene en primera línea, como lo demuestra el hecho de que recientemente haya recibido dos reconocimientos importantes. El primero, que la hayan incluido en la lista de las 100 personalidades más influyentes de toda España. Y, después, que la Diputación de Barcelona la haya premiado con el Premio de Honor de la Comunicación.
A sus 65 años, Julia Otero ha recuperado la sonrisa y así lo asegura en una entrevista a la revista Pronto que sirve para conocer un poco más sobre su estado actual. La periodista gallega asegura que no tiene ganas de jubilarse, más bien todo lo contrario: «No pienso en la jubilación, la radio me hace muy feliz y más ahora que he conseguido trabajar cuatro días y descansar tres«. Esta nueva rutina es buena para ella y también para su salud: «Está muy bien y, con el permiso de mis controles oncológicos, mi idea es continuar trabajando«.
Julia Otero aún tiene presente todo lo que ha sufrido por culpa del cáncer
Julia Otero no olvida la pesadilla que ha vivido estos últimos años por culpa de la enfermedad, que le ha enseñado muchas cosas: «Aún lo tengo muy presente y creo que los pacientes oncológicos nunca dejamos del todo atrás esta enfermedad. Cada tres meses tengo que pasar un control y hasta que no pasen 5 años, opto por marcarme metas cercanas». La frase más reveladora de esta intervención? Que el cáncer le ha enseñado que la vida es «provisional«.
Julia Otero compartió cómo iba su proceso durante la quimioterapia porque confiaba en que abrirse de esta manera pudiera ayudar a otras personas en la misma situación. La vimos hablar de las pruebas trimestrales que debía hacerse, enviando su apoyo a otros pacientes y también confesando que el camino era muy duro: «El primer día no sabes cuál es la frecuencia de los hechos, que primero no comes, después no duermes y, finalmente, te da igual estar vivo que muerto«.

Los médicos le dieron el alta y, por eso, ha podido volver a la antena. Está libre de la enfermedad, aunque continúa con las visitas rutinarias que controlan que no vuelva a extenderse un animalito que hizo temer lo peor.