Gisela acaba de anunciar una noticia que le hace muy feliz. La cantante catalana, quien se hizo famosa gracias a
Ha recibido la revista en la casa del Bruc en la que convive con su pareja, quien tampoco había presentado públicamente. La artista dice que está contentísima y que todavía no se lo ha dicho a todo el mundo, así que habrá amigas que se enterarán a través de esta publicación. Le confirmaron que estaba embarazada el pasado mes de agosto, así que todavía es todo muy reciente: «No ha sido fácil, más bien todo lo contrario… un calvario».
Se ha sabido por primera vez que ha tenido dos abortos en el pasado, de hecho: «Quedarme embarazada ha sido una carrera de fondo y el proceso ha afectado a mi salud mental porque ha sido muy largo, muy duro y muy difícil emocionalmente y físicamente. He estado cinco años intentando quedarme embarazada, más o menos. En un principio intenté hacerlo de manera natural, pero tuve dos abortos y no funcionaba. Empezamos a plantearnos alternativas porque con la edad, el proceso de recuperación, que tienes que esperar… el tiempo nos presionaba. Nos recomendaron un proceso de fecundación in vitro, pero llegó la pandemia y todo se alargó. Mi reserva ovárica no era idónea y con 44 años que tengo… fue difícil».
Gisela de OT saca a la luz que el proceso de quedarse embarazada ha sido muy complicado
«Tuve que hacer cinco estimulaciones, con todas las hormonas y pinchazos que esto implica. De todo aquel proceso solo me quedó un embrión viable. Lo intentamos y ahora mismo es este quien está aquí dando caña. Un mes después, se produjo un desprendimiento del saco gestacional y fue un momento de crisis en el que colapsé después de todo el proceso. El médico me prescribió reposo absoluto y he tenido que estar casi dos meses en la cama. Tenía compromisos profesionales que había estado batallando durante años y, aunque todo lo que me estaba pasando era accidental, sentía mucha culpa», ha reconocido.
Dice que el primer aborto lo soportó bien porque es consciente que cada vez es más habitual tener uno. Ahora bien, con el segundo se asustó de verdad: «Con el primero piensas que es una pena y un susto, pero que es normal. La segunda vez, ves que no saben qué te pasa y pasas miedo. No explicamos a nadie que había tenido los abortos, ni siquiera a mi madre».
Ahora ha superado la fase más crítica del embarazo, pero todavía es uno de riesgo y no se permite creérselo del todo: «Me da miedo hacerme ilusiones y me cuesta mirar ropa de bebé». Hace nueve años que sale con su pareja, pero de momento no se plantean pasar por el altar.
