Kate Middleton es uno de los miembros con más apoyo y cariño de la familia real británica. La esposa de Guillermo de Inglaterra se muestra tierna y humilde en sus apariciones públicas, lo que le ha ayudado a ganarse un pedacito del corazón de los ingleses más monárquicos. Sin embargo, no ha tenido tanta suerte con sus suegros. Carlos y Camila han dejado más que claro que no la soportan, una falta de aprecio que han vuelto a evidenciar esta semana durante la visita de Estado de Donald Trump.
La periodista Pilar Eyre ha analizado en detalle todas las imágenes que ha dejado este viaje oficial y, gracias a ello, se ha dado cuenta de que los desprecios hacia Kate han sido evidentes por parte de los monarcas británicos. Es cierto que prácticamente nunca los vemos interactuar con ella y no le dedican nunca ningún gesto cómplice: “Ni una sonrisa, ni un mínimo contacto físico ni un momento de charla distendida. Los reyes la ignoran o hacen lo imposible para que quede aislada. Carlos ha llegado a apartar a Kate para dejar sitio a Camila”, dice la cronista en Lecturas.
Kate sí intenta agradar a su suegro, ya que muchas veces la hemos podido ver sonriéndole de manera exagerada y pidiendo su atención. El problema, seguramente? Celos por parte de los suegros: “El día que Macron la llenó de halagos, la mirada de Camila era de burla y total aversión. Cuando se levantaron, le dio la espalda a Kate ostentosamente”.

¿Qué ha pasado durante el viaje oficial de Donald Trump al Reino Unido?
¿Y qué ha pasado exactamente durante la visita de Donald Trump? Los problemas comenzaron ya en el aeropuerto, cuando Carlos y Camila hicieron evidente que no les gustaba que el presidente estadounidense le dedicara buenas palabras y mucha atención a Kate Middleton: “Los reyes, nerviosos, miraban con aire de desaprobación la evidente sintonía de las dos parejas. Carlos ignoró a su hijo para poder hablar con el presidente y Camila acaparó a Melania para dejar al margen a Kate”. La situación fue muy tensa a las puertas del avión, según se dice: “Kate se acercó con una amplia sonrisa y le dijo algo a Melania Trump que la hizo sonreír. Camila se enfureció e hizo un gesto brusco con la mano a Kate para que se fuera”.
La prensa británica se dio cuenta de aquel desprecio, que forzó a Kate a quedarse en segundo plano “como un alma en pena” sin que su marido se diera cuenta de nada. Para defender la actitud grosera de Camila, su entorno ha dicho que había tenido aquel gesto para evitar que un coche atropellara a Kate, lo cual no es cierto.

El príncipe Harry escribió en sus memorias, de hecho, que Camila “nunca había podido tolerar” el protagonismo de Kate y Guillermo: “Mi padre llamó a mi hermano para regañarlo por exhibirse demasiado en las revistas”. De hecho, comparte allí una anécdota muy significativa: “Un día que mi padre y Kate tenían dos actos el mismo día, llamó personalmente al gabinete de comunicación de la princesa para que no distribuyeran ninguna fotografía de ella porque temía que Kate eclipsara a Camila, que le tiene envidia”. Una familia enfrentada que va a más y más, en lugar de mejorar la situación.