Donald Trump se ha convertido en el presidente número 47 de la historia de Estados Unidos después de jurar el cargo en una ceremonia que le permite volver cuatro años después a la Casa Blanca. El máximo mandatario estadounidense ha jurado el cargo sobre una biblia familiar, ante la cual ha recitado en presencia del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, la fórmula recogida en la Constitución: «Juro solemnemente que cumpliré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos y haré todo lo posible por preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos». A continuación, en un discurso inaugural, ha esbozado algunas de las líneas maestras que marcarán este nuevo mandato y que incluirán, entre otras, la declaración de la emergencia nacional en la frontera con México.

En su primer discurso como presidente, Trump ha asegurado que «la edad dorada de Estados Unidos comienza ahora», y ha añadido que a partir de hoy el país norteamericano «será respetado otra vez en todo el mundo, seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que nadie se aproveche de nosotros». «Pondré a América primero», ha dicho, y ha prometido que restaurará y recuperará la soberanía y la seguridad. «Nuestra prioridad principal será crear una nación que sea próspera» y ha pronosticado que el «declive de Estados Unidos se acaba hoy». «El 20 de enero de 2025, para los estadounidenses, es el Día de la Liberación», ha sentenciado. En un discurso con críticas al ejecutivo saliente de Joe Biden, Trump también ha hecho referencia al atentado que sufrió en campaña y ha asegurado que fue salvado por Dios para hacer que «América vuelva a ser grande».

Trump ha anunciado las primeras medidas que tomará su administración que, según ha dicho, estará centrada en «la búsqueda de la excelencia». Está previsto que el nuevo presidente firme hasta 100 órdenes ejecutivas, y en este sentido ha anunciado que declarará la emergencia nacional en la frontera con México. Así, el magnate ha asegurado que «restauraremos la política de ‘quédense en México'» y ha afirmado que «todas las entradas ilegales se detendrán inmediatamente y comenzaremos la repatriación de miles de personas».

El presidente Donald J. Trump en una visita al cementerio nacional de Arlington / ACN

«Haremos realidad el sueño de Martin Luther King»

También ha revelado que designarán como «organizaciones terroristas extranjeras» a los cárteles de la droga, al mismo tiempo que recuperará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para perseguir a las bandas y redes de delincuencia que alimentan la inseguridad de las ciudades. En términos sociales, ha dicho que el género y la raza dejarán de ser «armas de ingeniería social», lo que implica, por ejemplo, que, por ley, «solo habrá dos géneros: hombre y mujer». «Forjaremos una sociedad que sea ciega ante el color y que se base en los méritos», y ha asegurado que «haremos realidad el sueño de Martin Luther King».

Por otro lado, el nuevo mandatario estadounidense quiere combatir la inflación y mejorar el nivel de vida de los estadounidenses, y para hacerlo posible ha recordado su compromiso de imponer aranceles a las importaciones y una nueva estrategia industrial y energética a escala interna. Estados Unidos impondrá, según ha dicho, una «emergencia nacional energética». «Perforaremos, perforaremos y perforaremos», ha asegurado Trump, que busca aumentar la extracción de gas y petróleo para reducir los precios, «llenar» las reservas estratégicas y aumentar las exportaciones de combustibles fósiles a otros países.

Recuperar el canal de Panamá

El magnate no ha entrado en profundidad sobre la política exterior que seguirá su administración, pero quiere que el país recupere «su lugar como el país más poderoso y respetado de la tierra», y ha trasladado algunas medidas simbólicas como el cambio de nombre del golfo de México, que pasará a llamarse golfo de América. Otro de los aspectos que ha tratado ha sido el canal de Panamá, con el objetivo de «recuperarlo» porque opina que las autoridades panameñas han incumplido las promesas y han permitido que China controle ‘de facto’ esta infraestructura estratégica.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, durante un acto de campaña / Europa Press/Contacto/Josh Brown

Ceremonia bajo techo por las bajas temperaturas

La ceremonia, en la que también ha tomado posesión el vicepresidente J.D. Vance, ha tenido lugar en la rotonda del Capitolio, bajo techo, en lugar de frente al edificio que alberga el Poder Legislativo de los Estados Unidos, debido a las bajas temperaturas imperantes en Washington. El mal tiempo también ha obligado a modificar los actos posteriores, entre ellos el habitual desfile protocolario posterior a la investidura formal, y Trump se dará un baño de masas en el estadio Capital One de Washington, con capacidad para 20.000 personas.

Antes del acto de toma de posesión de Trump, el nuevo presidente y su esposa han asistido a un servicio religioso en la iglesia de Saint John’s, situada en la plaza Layafette, justo frente a la Casa Blanca. Posteriormente, a las nueve de la mañana, hora local, se ha dirigido a la Casa Blanca para tomar un té con el presidente saliente, Joe Biden, que lo ha recibido con un «bienvenido a casa». Una recepción que no se produjo cuando Biden tomó el relevo de Trump.

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