Ni una semana ha pasado desde que Elon Musk anunció que se retiraba de sus funciones en el gobierno de los Estados Unidos, y la guerra entre el hombre más rico del mundo y Donald Trump ya es total. Musk ha incendiado las redes con una publicación en X en la que asegura que el nombre del presidente estadounidense se encuentra en los archivos de Jeffrey Epstein, el empresario financiero —muy cercano a importantes figuras de EE.UU.— que fue condenado por prostitución de menores. «Es hora de lanzar la gran bomba: Trump forma parte de los archivos de Epstein. Esta es la razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT (Donald John Trump)!», ha escrito Musk, quien ha proseguido diciendo que «la verdad saldrá a la luz«. El multimillonario y principal donante de la campaña electoral del actual presidente ha culminado una larga sucesión de mensajes incendiarios sugiriendo la creación de un «nuevo partido político en EE.UU. que represente verdaderamente a los estadounidenses».
Time to drop the really big bomb:@realDonaldTrump is in the Epstein files. That is the real reason they have not been made public.
— Elon Musk (@elonmusk) June 5, 2025
Have a nice day, DJT!
La «bomba» informativa de Musk ha estallado poco después de que Trump amenazara con cancelar todos los contratos públicos con las empresas del multimillonario. «La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!», remataba Trump en su red social, Truth Social. Esta misma semana, Musk certificaba el fin del idilio con el presidente estadounidense tras criticar sin tapujos su propuesta de reforma fiscal. Lo que parecían solo unas fricciones, sin embargo, se ha acabado transformando en una auténtica guerra sucia promovida por el multimillonario a través de varias publicaciones en X. «Sin mí, Trump habría perdido las elecciones, los demócratas controlarían la Cámara de Representantes y los republicanos tendrían 51 votos en contra y 49 en contra en el Senado«, reivindicaba el sudafricano.
Conflicto entre dos hombres de negocios
Por otra parte, Musk, que es propietario de la empresa aeroespacial SpaceX, ha anunciado que dará de baja una de sus aeronaves utilizadas por la Casa Blanca para transportar material y personal hasta la Estación Espacial Internacional. La empresa del sudafricano es el principal contratista de la NASA, y ha recibido cerca de 20.000 millones de dólares de manos del ejecutivo estadounidense. A consecuencia del conflicto público, las acciones de su otro imperio, Tesla, han caído un 14%, evaporando cerca de 150.000 millones de dólares en solo unas horas. Trump también se ha visto perjudicado, con las acciones de Trump Media & Technology Group —matriz de Truth Social— en un descenso del 8%. En un mensaje a su plataforma, el republicano aseguraba ayer que «Elon se estaba desgastando, le pedí que se fuera, le quité su Mandato de Vehículos Eléctricos que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería —algo que él sabía desde hacía meses que haría— y simplemente se volvió LOCO!«.
La alianza entre Elon Musk y Donald Trump fue cuestionada desde un principio. Dos exitosos hombres de negocios se asociaron con el objetivo de impulsar a EE.UU. en una nueva dirección, aprovechando el poder político de uno y el infinito capital económico del otro. Pero lo que comenzó como una alianza entre dos de las figuras más influyentes del país ha acabado con una pelea pública al más puro estilo patio de colegio, con comentarios vejatorios, acusaciones que salpican a uno y a otro y amenazas. Todo lo contrario a lo que se vio durante la despedida oficial de Musk, en la que él y Trump se deshicieron en elogios y aseguraron que su relación seguiría siendo cercana y amistosa. El presidente incluso obsequió a Musk con una llave de oro, gesto de fraternidad que, según él mismo, reservaba a «gente muy especial». Ahora, en cambio, se habla incluso de su deportación de EE.UU., tal como ha exigido el antiguo asesor de Trump, Steve Bannon.
