El presidente del Estado de Israel, el laborista Isaac Herzog, ha intensificado sus críticas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu. En respuesta a una manifestación ante su residencia oficial organizada por la oposición -que valla cada vez más el aro alrededor del primer ministro-, Herzog ha reclamado «sacar el kahanisme» del ejecutivo -la rama más extremista del sionismo que domina el Consejo de Ministros a raíz del pacto con la derecha tradicional-. Según informa el diario israelí
«La democracia israelí vencerá», reivindica Herzog, cada vez más alejado de la política de guerra de Netanyahu. Ahora bien, ha intentado tranquilizar la oposición, apuntando que «si ve un riesgo para la democracia» en el país, se encargará de «liderar» la acusación contra Netanyahu y los suyos. Justo es decir que ha chocado, igualmente, contra las personas movilizadas por la crítica a su ausencia en las conversaciones con las familias de las personas israelíes que permanecen rehenes de Hamás desde el pasado 7 de octubre. «Nos hemos reunido con las familias de los secuestrados y de las personas traspasadas a diariamente: estáis equivocados», espetaba el presidente.

«Actas muy graves»
También ha lanzado ataques contra los colonos israelíes que han protagonizado agresiones contra civiles palestinos en los principales asentamientos, tanto oficiales como no oficiales, del país en el territorio ocupado. «Es un acto muy grave, pero se está gestionando», prueba de rebajar el tono Herzog, defendiendo la mayoría de los ciudadanos que habitan estos entornos. «El 99% de las personas viviendo a los asentamientos cumplen la ley, participan en esta guerra, y los amenazan desde todas las direcciones»