La ONU ha subido el tono de sus críticas contra los bombardeos indiscriminados de Israel contra la población civil de la Franja de Gaza. Las relaciones diplomáticas de la organización internacional con Tel Aviv pasan uno de los peores momentos de su historia después de una retahíla de declaraciones cruzadas sobre la ofensiva israelí en la Franja de Gaza como respuesta al brutal ataque de Hamás del pasado 7 de octubre. El comisionado de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos en el Oriente Próximo (UNRWA), Phillipe Lazzarini, ha descrito la situación en Gaza como un “infierno en la tierra” y ha reclamado un “flujo de ayuda humanitaria significativo y sin interrupciones” para evitar que el bloqueo total de la Franja se convierta en una tragedia.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (UNHCR) ha acusado a Israel y a Hamás de perpetrar crímenes de guerra y ha vuelto a reclamar un alto el fuego para “buscar una alternativa a esta carnicería”. Naciones Unidas ya habían advertido que “no hay ningún lugar seguro” en Gaza y ha cargado contra la decisión de las Fuerzas de Defensa de Israel de obligar los palestinos a abandonar el norte de la Franja mientras bloquea la entrada de alimentos, medicamentos y combustible. «La falta de combustible lleva al cierre de hospitales y panaderías. La gente acaba en refugios en condiciones cada vez más duras, saturados, sin ningún tipo de saneamiento y bebiendo agua en mal estado, lo cual acerca el fantasma de que haya brotes de enfermedades», ha alertado la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani.

Un camión de la ONU lleva alimentos y productos básicos a los palestinos refugiados a Rafah, en el sur de la Franja de Gaza / Abed Rahim Khatib/DPA

El origen del conflicto diplomático entre la ONU e Israel es un discurso del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ante el Consejo de Seguridad. Guterres condenó los ataques de Hamás, que han dejado más de 1.400 muertos en el sur de Israel, pero avisó que no surgieron “de la nada”, sino que son consecuencia de décadas de ocupación israelí. Las declaraciones indignaron a Tel Aviv y forzaron Guterres a matizar su intervención, a pesar de que insistió que Israel tiene que someterse al derecho internacional humanitario cuando ataca la Franja de Gaza.

La situación sobre el terreno se deteriora a marchas forzadas en Gaza

La situación sobre el terreno es cada vez más dramática. La UNRWA ha alertado que desde el inicio de la contraofensiva israelí, 57 de sus trabajadores han muerto a consecuencia de los bombardeos indiscriminados y alertan que el trabajo de las agencias humanitarias cada vez es más complicado por la falta de suministros. “Mientras hablamos, la población de Gaza está muriendo”, ha insistido Lazzarini. En una comparecencia desde Jerusalén, el comisionado ha advertido que la falta de productos de primera necesidad es un “castigo colectivo” a los dos millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza. “Equiparar Gaza con Hamás es muy peligroso y engañoso”, ha avisado Lazzarini, que ha acusado a Israel de querer “deshumanizar” a los palestinos para “justificar lo injustificable”.

La UNRWA también ha negado las acusaciones de Israel sobre el destino de la ayuda humanitaria que llega con cuentagotas a la Franja, puesto que Tel Aviv ha planteado dudas sobre si acaba en manos de Hamás. “Tenemos mecanismos sólidos de vigilancia”, ha recordado Lazzarini. “Investigamos a todos nuestros vendedores y socios por si están en la lista de sanciones”. Las diversas agencias humanitarias están muy enfadadas por las insinuaciones de Israel, que desde hace unos días está en pie de guerra contra Naciones Unidas por las críticas recibidas por la campaña militar que lleva a cabo en la Franja. “La UNRWA no desvía ni desviará ninguna ayuda para que caiga en manos equivocadas”, ha reiterado Lazzarini.

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