El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha denunciado este viernes que Israel ha acelerado el ritmo de la anexión ilegal de Cisjordania con un incremento significativo del número de ataques contra palestinos, demoliciones de casas, restricciones de movimiento, expansión de asentamientos y desplazamientos forzados, hechos que constituyen a la vez una violación del Derecho Internacional y un crimen de guerra. La alerta de Naciones Unidas llega después de que el pasado mes de octubre se registrara un récord con casi 270 ataques de colonos israelíes contra palestinos que viven en Cisjordania, la cifra más alta desde 2006, año en que la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en sus siglas en inglés) comenzó a recopilar datos.

El portavoz del Alto Comisionado, Thameen al Kheetan, ha alertado que el incremento de los ataques contra la población civil en Cisjordania, mayoritariamente para impedir que los agricultores puedan realizar la cosecha de la aceituna, una de las principales fuentes de ingresos de los palestinos que viven en la zona, es el reflejo de un “patrón más amplio de aumento de la violencia”. La ONU también ha recordado que desde comienzos de año las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron una operación contra los campos de refugiados del norte de Cisjordania con la excusa de luchar contra las milicias palestinas que supuestamente se esconden entre los civiles. La ofensiva, denominada Operación Muralla de Hierro, se ha centrado sobre todo en la ciudad y el campo de refugiados de Jenin, pero se ha expandido a Tulkarem y otros puntos del norte del territorio ocupado.

El ejército israelí carga contra agricultores palestinos que intentan acceder a sus tierras cerca de Hebrón, en Cisjordania / Europa Press/Contacto/Mamoun Wazwaz

En octubre, el director para Cisjordania de la agencia de la ONU para los refugiados, Roland Friedrich, ya denunció que el ejército israelí había “vaciado los tres campamentos de Jenin, Tulkarem y Nur Shams” y había “impedido directamente el retorno de los residentes”. Por ello, Al Kheetan ha reiterado que “la afirmación del Gobierno israelí sobre su soberanía de la Cisjordania ocupada, así como la anexión de partes de este territorio, representa una violación del Derecho Internacional, como constató en su momento la Corte Internacional de Justicia”, y que el desplazamiento forzado de la población equivale a un “traslado ilegal, que es un crimen de guerra”.

El Alto Comisionado ha reclamado una vez más a Israel que ponga fin a las operaciones de castigo en Cisjordania, se retire de todos los territorios que ocupa y evacue a los colonos para facilitar la ejecución del derecho a la autodeterminación de los palestinos.

Aumento de los ataques en Cisjordania

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha contabilizado al menos 264 ataques de colonos israelíes en Cisjordania durante el mes de octubre, una cifra récord en un contexto general de aumento de la violencia contra la población civil en la zona. De los 9.600 que la OCHA ha registrado en casi 20 años, unos 1.500 han tenido lugar este 2025, lo que supone el 15% del total. El portavoz adjunto de la Secretaría General de la ONU, Farhan Haq, advertía hace unos días de un “acusado aumento de la violencia colonial contra los palestinos, tanto en frecuencia como en gravedad”, en particular desde el comienzo de la temporada de la cosecha de la aceituna a finales de agosto. La ONU ha denunciado que los ataques de los colonos a menudo cuentan con la ayuda del ejército israelí. En los últimos dos años, 3.200 cisjordanos han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia de los colonos y las restricciones de acceso a sus tierras.

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