La inteligencia estadounidense ahora contempla la posibilidad de que la Covid-19 se originara en un laboratorio en China. Un informe de la CIA desclasificado por la administración Trump considera ahora «plausible» la posibilidad de que la enfermedad se expandiera a raíz de una fuga en unas instalaciones científicas del país asiático, después de años de prudente silencio al respecto. Los últimos documentos publicados por la Agencia optaban siempre por apuntar al origen «incierto» del patógeno. Ahora, sin embargo, la investigación publicada -y elaborada durante los años de Joe Biden en la Casa Blanca- apunta que «la CIA evalúa con baja confianza que un origen relacionado con la investigación de la pandemia de la covid-19 es más probable que un origen natural». Así, aunque están lejos de confirmar taxativamente la teoría, se alejan del planteamiento inicial, por el cual el origen habría sido animal.

El nuevo responsable de la agencia de inteligencia estadounidense, John Ratcliffe, nombrado por el presidente Trump, ha sido un notorio defensor de la teoría china. De hecho, en una reciente entrevista con el portal digital ultraderechista Breitbart defendía que la desclasificación de las informaciones relacionadas con la pandemia debía ser una «prioridad del día 1» de la nueva gobernanza de la CIA. «He dicho a menudo que lo que sabe nuestra inteligencia, nuestra ciencia e incluso el sentido común apunta que el origen de la Covid fue una fuga en el Instituto de Virología de Wuhan», aseguraba el dirigente, a pesar de que «la CIA no haya hecho esta valoración, o al menos no la haya hecho en público». En declaraciones a la CNN, miembros del gabinete trumpista remarcan que el informe publicado era previo a la llegada de Trump al poder, y partía de los esfuerzos del jefe de inteligencia de la administración Biden, Bill Burns, por «tomar una posición en los orígenes de la pandemia».

El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, durante un discurso / Europa Press/Contacto/Allison Robbert

Dos vías de investigación

La nueva hipótesis, sin embargo, dista de ser definitiva. Los agentes estadounidenses, de hecho, reiteran a menudo en el informe que la lectura se hace con «baja confianza». Así, después de este informe, «tanto un origen en laboratorio como uno natural siguen siendo plausibles para explicar la pandemia de la Covid-19». En todo caso, la postura estadounidense mantiene la máxima de que el virus «no fue desarrollado como un arma biológica», como ya declaró la Oficina del Director de Inteligencia en el año 2023. La tesis de la fuga del laboratorio, cabe recordar, fue defendida con vehemencia por el mismo Trump durante los últimos meses de su primera estancia en el Despacho Oval, cuando se refería al patógeno como «el virus de China».

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