Israel ha abierto un conflicto diplomático con Naciones Unidas por las críticas de su secretario general, Antonio Guterres, a los bombardeos constantes de civiles en la Franja de Gaza. El embajador de Israel ante Naciones Unidas, Gilad Erdan, y el ministro de Exteriores de Israel, han pedido la dimisión de Guterres, que enervó a las autoridades de Tel Aviv al decir que los “horribles” ataques de Hamas del pasado 7 de octubre no salen “de la nada”, sino que son consecuencia de “la ocupación asfixiante” que Israel impone a los palestinos desde hace décadas.
Las relaciones de Israel con la ONU se han deteriorado de manera acelerada en las últimas semanas. Varias agencias humanitarias han cargado contra la estrategia bélica de Israel y algunas han alertado que tendrán que abandonar Gaza por la escasez de combustible provocada por el bloqueo total que impone Tel Aviv. Como represalia por las críticas, las autoridades israelíes han anunciado que denegarán los visados a todos los representantes de Naciones Unidas que quieran entrar en el país.

Israel quiere «dar una lección» a la ONU
“A causa de sus palabras, no daremos visados a los representantes de la ONU”, ha espetado Gilad Erdan. “Ya hemos rechazado un visado para el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths”, ha dicho en declaraciones a una radio local. “Ha llegado el momento de darles una lección”. El embajador israelí en la ONU ha afirmado que no hay “justificación” posible ni se puede mostrar comprensión con los “terribles” ataques de Hamás contra el sur del país, que hace dos semanas mató a 1.400 personas y secuestró 220 más.
Las autoridades israelíes han insistido que tienen “derecho” a defenderse y que están librando una guerra en nombre del “mundo libre”. El arrebato de Israel coincide con las crecientes críticas de la comunidad internacional por la campaña de bombardeos contra la Franja de Gaza, que ha dejado más de 5.000 palestinos civiles muertos —muchos de ellos menores de edad— y ha provocado una crisis humanitaria de consecuencias imprevisibles.