La comunidad internacional continúa presionando a Rusia para que ponga fin a la ofensiva contra Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pedido al primer ministro de China, Li Qiang, que utilice su «influencia» sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, para detener la guerra. Así se lo ha trasladado este miércoles en el marco de la asamblea general de las Naciones Unidas que se celebra en Nueva York, en una breve conversación que la jefa del ejecutivo comunitario ha definido como «sincera»: «Hemos coincidido en la importancia de pasar de las palabras a la acción cuanto antes. Es el momento de la diplomacia. Será un signo importante para el mundo», ha explicado la alemana.
La dirigente europea se ha comprometido a intentar establecer puentes con China en las próximas semanas, antes de que se celebre la COP30: «De cara a la COP30, el mundo está observando a Europa y a China, y estamos comprometidos a ofrecer resultados», ha subrayado la presidenta de la Comisión Europea en el comunicado hecho público después de la reunión. Li Qiang y Von der Leyen también han abordado la disputa comercial entre el bloque comunitario y el gigante asiático: «Las preocupaciones de Europa respecto al control de exportaciones, el acceso al mercado y la sobrecapacidad son bien conocidas. Agradezco la disposición de China de establecer un diálogo con nosotros con espíritu de entendimiento mutuo. Ambos hemos coincidido en que nuestra relación debe continuar construyendo confianza y mantener una coordinación regular», ha indicado la alemana tras la breve conversación con su homólogo chino.

Zelenski advierte: «Las armas deciden quién sobrevive»
Durante la misma cumbre de las Naciones Unidas, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, lanzó una advertencia clara: «Las armas deciden quién sobrevive», ha afirmado el líder de Kiev, quien lamentó que «ni una sola institución internacional puede detener el derramamiento de sangre» durante una guerra. Ante esta situación, desde el atril de las Naciones Unidas, Zelenski ha reclamado a los líderes mundiales «más presión» sobre Rusia: «Si un país quiere alcanzar la paz, debe conseguir armas, es penoso, pero es la realidad. Ni el derecho internacional ni la cooperación permiten decidir quién sobrevive y quién no», ha exclamado el líder ucraniano, pocas horas después de que su homólogo estadounidense, Donald Trump, cambiara de posición respecto a la guerra de Ucrania y haya reconocido el derecho de Kiev a recuperar su territorio.