Cerca de mil periodistas catalanes se concentran en rechazo al «asesinato sistemático» de profesionales de la información en la Franja de Gaza a manos del ejército israelí. Más de 200 empresas, colectivos, sindicatos y otras entidades de los medios del país se han reunido este miércoles en la plaza Sant Jaume para denunciar el genocidio que sufre la población palestina y, en concreto, la agresión que padecen los periodistas que intentan informar desde el terreno. La reunión ha sido impulsada por el asesinato selectivo de Anas Al-Sharif, reportero de 28 años de Al-Jazeera, víctima de la ofensiva armada de Tel-Aviv. Las Fuerzas de Defensa de Israel bombardearon con armamento de precisión la tienda desde la cual trabajaba. En el ataque perdieron la vida cinco periodistas más, todos ellos de Al-Jazeera y otros medios locales. La muerte de Al-Sharif llegó solo unos días después de la de otro profesional crítico con las violaciones de derechos humanos ordenadas por el gobierno de Benjamin Netanyahu: Hosam Shbat, también de Al-Jazeera. El Món se cuenta entre los medios que han apoyado la marcha, entre otros diarios del país.
Frente a entre 800 y 1.000 manifestantes, según la Guardia Urbana, los organizadores han acusado al estado de Israel de «negar las imágenes» del sufrimiento de la población palestina mediante los ataques contra los periodistas sobre el terreno. También han reprochado al gobierno de Netanyahu el bloqueo a la prensa independiente internacional. Además, han alertado de las condiciones en las que trabajan los profesionales que sí pueden acceder a la Franja y a Cisjordania: «Continúan informando en condiciones imposibles, sin agua, ni electricidad, con escasa conexión a internet, sin gasolina y viendo cómo el chaleco con la palabra PRESS no los protege, sino al contrario, los convierte en objetivo a ellos y sus familias», reza el manifiesto de la profesión periodística catalana.
Bajo esta presión, además, han muerto en los últimos casi dos años -desde el 7 de octubre del 2023, con los ataques de Hamás contra población israelí que impulsaron la invasión- «más periodistas que en la suma de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam».

«No podemos ser objetivos»
Así, los periodistas catalanes concentrados han llamado a «no desfallecer en alzar la voz contra el genocidio». «Al Sharif y los otros compañeros y compañeras han sido brutalmente asesinados por hacer lo que corresponde en nuestra profesión: informar», han sentenciado. Bajo el mantra «el periodismo no es un crimen», los manifestantes han exigido al ejecutivo de Tel-Aviv «garantizar la seguridad y los derechos laborales de todas las profesionales que informen» desde las zonas atacadas. También han reclamado la apertura total de puertas a la prensa internacional, y el fin de «las restricciones que atacan el derecho a la información».
De cara al ecosistema mediático del principado, proponen una «condena» conjunta a las acciones de Israel, así como un recuerdo permanente a los profesionales asesinados en las cabeceras y las webs. Fuera de la actividad periodística, se han adherido a las demandas hacia la administración catalana y española de la comunidad palestina, que se moviliza cada semana en Barcelona: embargo total de armas, permitir la ayuda humanitaria y «cortar todas las relaciones militares, estratégicas, políticas, diplomáticas y económicas hasta que se detenga el genocidio».