El nuevo pacto migratorio que ha sellado la Unión Europea este miércoles por la mañana, en el cual estipulan endurecer el control fronterizo y actuar sobre la base de la ‘solidaridad a la carta’ ha levantado polvareda. Por Amnistía Internacional, el acuerdo provocará “un mayor sufrimiento humano”. En un comunicado, Eve Geddie, directora de la oficina en la UE de Amnistía Internacional, considera que la normativa está “diseñada para endurecer el acceso a un lugar seguro” de los refugiados e incluye una serie de medidas excepcionales que pueden implicar la vulneración de las obligaciones internacionales en derechos humanos de los estados miembros, refiriéndose a la libertad de los estados miembro a decidir si aceptan la reubicación de refugiados u optan por una compensación económica en lugar de aceptar los migrantes.

Según estipula el nuevo pacto migratorio, los estados miembro podrán acogerse al derecho de abstenerse a las normas de asilo en casos en que se considere que un estado tercero está “instrumentalizando” los migrantes para desestabilizar la UE: “El Pacto provocará que más personas acaben en centros que son, de facto, de detención, en las fronteras con la Unión Europea. Esto incluye familias con niños y gente vulnerable”, lamentan desde la entidad. En esta misma línea, la organización sin ánimo de lucro cree que el pacto refleja pocas medidas apoyar en los estados de llegada, como Italia, España o Grecia.

Decenas de migrantes a su llegada al puerto de La Restinga, a 31 de octubre de 2023, en El Hierro, Santa Cruz de Tenerife, Canarias / EP

Críticas a la ‘solidaridad a la carta’

Desde la ONG critican la implementación, a pesar de que todavía no es oficial hasta que el pleno del Parlamento Europeo apruebe el acuerdo, del modelo de ‘solidaridad a la carta’, puesto que consideran que en vez de priorizar la solidaridad a través de la recolocación de los migrantes, la UE permite al resto de estados “simplemente pagar para reforzar las fronteras exteriores o financiar otros países de fuera de la UE para que eviten que la gente llegue a Europa”. En este sentido, Amnistía se queja de que el Pacto “refuerza la dependencia de la Unión Europea” en países externos, como Albania, Libia, Túnez o Turquía: “En vez de invertir en centros dignificados de recepción dentro de la Unión Europea y ampliar las rutas seguras y regulares para permitir a la gente conseguir la protección de Europa sin embarcarse en caminos peligrosos, se externaliza todavía más el control fronterizo, con la UE evadiéndose de sus responsabilidades en protección de refugiados”, asevera la ONG de derechos humanos.

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