Las tormentas que están barriendo Cataluña desde los últimos días, en especial las fuertes lluvias de esta madrugada, han causado un montón de desperfectos. Esta madrugada, los destrozos han estado especialmente relevantes en las calles y equipaciones municipales de Balaguer, en la Noguera. El que se ha visto más afectado por las fuertes lluvias es la piscina del pabellón polideportivo, que ha quedado completamente destrozada. La alcaldesa del municipio, Lorena González, ha explicado a la Agencia Catalana de Noticias que la lluvia ha inundado la sala de bombas y las instalaciones han quedado «en condiciones muy malas». «La piscina está inservible», ha lamentado la alcaldesa, que ha anunciado que se reprogramarán todas las actividades de verano que se tenían que hacer a la equipación y se buscarán alternativas.

Los bajos de la equipación inundados / ACN

La alcaldesa ha asegurado que como mínimo harán falta diez días para poder volver a habilitar la piscina, así como el pabellón polivalente Inpacsa y el Teatro Municipal, muy afectados por las trombas de agua. Los primeros avisos por la tormenta se han recibido a las dos de la madrugada. También se han visto afectadas dos residencias geriátricas: la Santa Maria y la San Domènec. Se han inundado los bajos y el agua ha averiado uno de los ascensores, pero por suerte no ha habido que evacuar ningún usuario.

Una de las residencias afectadas / ACN

Calles arrasadas por un alcantarillado insuficiente

El servicio de limpieza del municipio está trabajando desde la madrugada para poder sacar el agua de los bajos y retirar el barro y los elementos que dificultan la movilidad en las calles. Las calles más afectadas son el del Pont y la calle Urgell, puesto que el sistema de alcantarillado continúa sin absorber suficiente agua. «Se trata de cañerías hechas en un momento en que no había tanta vivienda, esto ha ido creciente, y -el sistema de alcantarillado- no alcanza bastante, el agua sobre todo de las alcantarillas y se acaban inundado los bajos», ha detallado la alcaldesa.

La alcaldesa ha admitido que esta problemática es recurrente cuando llueve mucho y ha asegurado que el Ayuntamiento está trabajando «desde hace años» con el Gobierno para poder hacer una reforma que lo solucione. La obra que se tendría que hacer es cambiar las cañerías y hacer más permeable la calle para evitar destrozos cuando hay tormentas. Las obras, todavía sin fecha, prevén la instalación de un colector que permitiría recoger gran parte de toda esta agua que el sistema de alcantarillado no absorbe hoy por hoy.

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