El film de animación Robot dreams, de Pablo Berger, se ha llevado el premio a mejor película independiente de los premios de la Asociación Internacional de Películas Animadas, más conocidos como los Annie. Concretamente, el estreno en el mundo de la animación del director vasco se ha llevado uno de los cinco galardones a los cuales optaba. En los Annie, esta producción catalana también optaba a mejor dirección, mejor guion, mejor diseño de personajes y mejor storyboard. Con este nuevo reconocimiento, Robot dreams continúa su camino de éxito hacia los Oscar después de imponerse como el mejor film animado a los Premios Europeos de Cine el diciembre pasado.
De hecho, desde que se estrenó en el Festival de Canes, la película no deja de recoger éxitos como el Grand Prix Contrechamp en el Festival de Cine de Animación de Annecy, en los Goya y también en los Gaudí. En España se estrenó en el marco del Festival de Cine de Sitges, donde consiguió el Grand Prix de Público de la Sección Oficial. Además, también ha conseguido el premio Especial del Jurado al festival Animation is Film de Los Angeles.
Primer film animado de Berger
Robot dreams ha supuesto el estreno de Pablo Berger en el cine de animación y se trata de una historia sobre la soledad, la fragilidad de las relaciones y el proceso de pérdida a partir de las aventuras de un perro solitario que decide comprar un robot porque le haga compañía. Con la Nueva York de los 80 como escenario, el cineasta responsable la exitosa ‘Blancanieves’ –en qué homenajeó el cine mudo y en blanco y negro- adapta ahora la novela gráfica homónima de Sara Varon.
Seguidor fiel de la creatividad Hayao Miyazaki e Isao Takahata, de los exitosos estudios Ghibli, e inspirado por sus recuerdos infantiles de Heidi y ‘Marco‘, Berger se sintió “conmovido” por la aproximación de esta que novela gráfica hacía sobre la pérdida. A pesar de que en el libro no queda claro que la ciudad donde se desarrolla Nueva York, el director tuvo claro situar la trama, una capital en la cual vivió una década entre los años 80 y los 90 y que “ya no existe”. El largometraje es mudo, pero, según Berger, la animación le ha permitido hacer una película “con sonido”, donde los personajes “gritan y ríen, pero sin diálogos”. La música pop también es un elemento clave del film, trenzado a partir de la canción September, de Earth, Wind and Ferio.