El final de temporada de ‘Com si fos ahir’ se ha convertido en un acontecimiento anual del audiovisual catalán. Este año, el séptimo, la expectación que genera incluso ha tomado forma física, con la première del capítulo final que se hizo viernes en el cine Aribau, con centenares de fans invitados y la presencia de la mayoría de los actores de la serie diaria de TV3. Los asistentes, sin embargo, tenían un pacto de confidencialidad, el compromiso de no hacer espóileres, porque se tenía que mantener el suspense hasta este domingo por la noche, en el que el episodio se ha emitido en TV3 y se ha colgado en la plataforma 3Cat. Mañana se sabrán las cifras de audiencia, que serán altas.

De momento, se ha levantado la veda: ya se puede explicar y comentar lo que viernes compartieron, con emociones expresadas en voz alta, risas, grititos ahogados y aplausos, los espectadores del Aribau. Y lo que han visto el resto este domingo.

La reconciliación más esperada de ‘Com si fos ahir’, en dos actos

Ha sido un nuevo final de temporada impactante. A pesar de que era imposible superar el efecto que causó el año pasado la muerte de Quim (interpretado por Jordi Rico, que quería dejarlo y se hizo matar el personaje), ha habido otra muerte trágica. Pero la perla ha sido la reconciliación esperada por media Cataluña: la de Noe (Elena Gadel) y Miquel (Eduard Farelo).

Miquel (Eduard Farelo) y la Noe (Elena Gadel) en un momento del último capítulo de la séptima temporada de 'Cómo si fuera ayer', en TV3
Miquel (Eduard Farelo) y Noe (Elena Gadel) en un momento del último capítulo de la séptima temporada de ‘Com si fos ahir’, en TV3

Hace un año y medio, en una entrevista en El Món con motivo del episodio número mil de la serie, Gadel y Farelo confesaban que la gente, por la calle, les pedía que no se separaran: que no se separaran sus personajes en la ficción de TV3. Y esta temporada han desobedecido esta voluntad popular y han roto. Ha sido una ruptura provocada por la aventura tórrida de Noe con Aitor (Carlos Troya), un profesor de su hijo, un chico más joven que ella, que pasa por la crisis de los 40. La reaparición de Vero, vieja amiga de Noe que ha acabado liada con Miquel, había llevado la trama a su momento más álgido. Pero Cataluña esperaba una reconciliación y le ha sido concebida: Noe y Miquel vuelven a estar juntos desde esta noche, con dos besos y una frase que ha sellado la reanudación: «Te quiero como no había querido nunca a nadie». Los chillidos de satisfacción y los aplausos que hubo viernes en el Aribau fueron bastante elocuentes. Con una pequeña montaña rusa emocional muy estudiada por los guionistas, porque ha sido una reconciliación en dos actos.

La bodega de la boda anulada, escenario ideal

El escenario del primer acto, el primer beso, se ha producido en los jardines de la bodega donde se iban a casar Ivan (Roger Coma) y Ricky (Albert Ausellé). Cómo se veía venir, han anulado la boda a última hora: tan a última hora que no les devolvían el dinero, de forma que una estresada Sílvia (Montse Germán) como wedding planner de sus amigos –espléndida con el traje rojo que le han proporcionado los responsables de vestuario para este capítulo estelar–, ha improvisado un encuentro en recuerdo de Quim justo el día que hacía un año de su muerte. Así ha sido como la pandilla se ha subido al autocar que tenía que ser para los invitados y se ha trasladado a la bodega, donde la boda ha acabado siendo una especie de funeral de homenaje sui generis.

Y, allí, en un banco junto al viñedo, una Noe peleada con Aitor y un Miquel recién separado de Vero, se han reencontrado con un primer beso que ha puesto a mil la emoción del capítulo. Pero ha sido una falsa alarma, porque inmediatamente Noe ha reaccionado asegurando que había sido un error y se ha marchado agobiada con su coche, puesto que ella había ido por su cuenta y no con el autocar: un detalle determinante para el desenlace final.

Dos personajes igual de desesperados, dos candidatos al final trágico: suspense hasta el final

Mientras tanto, dos dramas se iban cociendo en Barcelona: Jofre (Isaac Alcayde), desmontando el piso de su padre pederasta muerto de un infarto y emborrachándose, descubre en una caja unas fotografías que lo trastornan. Mira en el móvil la ubicación de la bodega donde la pandilla –incluida su hija Etna (Clara Ramon), que está como pareja de Marc (Marco H. Medina)– celebra la comida improvisada en memoria de Quim. Encegado y bebido, coge las claves del coche y sale del piso haciendo eses.

Lo Litus (Pepo Blasco) y Ainhoa (Gemma Brió) en el último capítulo de la séptima temporada de 'Cómo si fuera ayer', en TV3
Litus (Pepo Blasco) y Ainhoa (Gemma Brió) en el último capítulo de la séptima temporada de ‘Com si fos ahir’, en TV3

Simultáneamente, Ainhoa (Gemma Brió), reaparecida como sintecho y trastornada, llama a Litus (Pepo Blasco) y le pide quedarse más tiempo en su casa, donde la ha acogido momentáneamente. En el fondo, intenta volver con él y le monta una escena de celos por teléfono porque intuye que le gusta otra mujer. Cuando Litus le dice, desde la bodega, que está fuera de Barcelona y que no quedarán, ella cuelga el teléfono y se levanta en un pronto.

Choque frontal en la carretera: ¿qué personaje de la serie es la víctima mortal?

Se acerca el final. La pandilla, después de la comida de homenaje a Quim, sube al autocar para volver hacia Barcelona. Pocos kilómetros después, un coche conducido por una persona enloquecida se estrella en un choque frontal con el autocar. Miquel resulta herido y Gemma (Àurea Márquez) llama a Noe, que ya está en Barcelona. Le explica que su exmarido –han firmado los papeles del divorcio el día antes– está en el hospital y que no saben hasta qué punto es grave. Ella sale disparada hacia el hospital con una actitud que anticipa lo que vendrá.

Mientras tanto, en el lugar del accidente se ve un cadáver tapado en el suelo. No se sabe de quién es. Hasta que una ráfaga de viento levanta la manta térmica y queda a la vista la víctima mortal del accidente y del final de temporada de ‘Com si fos ahir’: Ainhoa.

El epílogo: el segundo beso y una disculpa

Ya solo quedan los flecos. El día siguiente, Miquel –que, naturalmente, solo tenía heridas poco graves– vuelve a estar con Noe su casa, el piso que era la casa de los dos hasta hace poco. Y se produce el segundo beso, el que provocó el éxtasis de los fans en la première, y la frase de reconciliación que, ahora, obliga a los guionistas a superarse para pensar una nueva trama para esta pareja que ya ha pasado por varias rupturas y crisis.

El epílogo será en el bar Flora, donde Jofre, con resaca pero ya más sereno, se presenta ante la pandilla, incluida Cati (Olalla Moreno), viuda de Quim, una de las víctimas de los abusos del pederasta cuando era un adolescente. Les confiesa que ha encontrado unas fotos que escondía su padre, de adolescentes desnudados, admite definitivamente la realidad y les pide disculpas por haberlos acusado de quererle hacer daño a su padre. Cati sella el perdón con un abrazo.

Así se ha cerrado la séptima temporada, con una boda que ha acabado sustituida por un funeral –el homenaje a Quim– y que ha sido la previa de otro entierro –el de Ainhoa– y sobre todo la reconciliación más esperada. En septiembre, continuará.

Comparte

Icona de pantalla completa