Los fans de Joc de cartes se lo han pasado muy bien esta noche. En esta ocasión, el equipo de Marc Ribas se había marcado como objetivo encontrar el mejor plato tradicional de Lleida sin esperar tanta tensión, estrategia, acusaciones y algunos errores muy graves que han entretenido a los televidentes de TV3.
Uno de los restauradores ha tenido más protagonismo que los otros, sobre todo porque ha mostrado una actitud extravagante y “con mucho poder”. Nos referimos a Jordi Espinet, un roquero que no se ha callado ni una. ¿Algunas de las perlas que ha soltado? “En estas sillas pondría cojines porque tengo almorranas”, “En Lleida, hasta los 42 años cada día pim pam pim pam” o “Me vuelvo loco, me vuelvo loco”. Ahora bien, no se queda atrás Susanna Baqué y la doble personalidad que ha mostrado a lo largo de la emisión.
L’Ideal, una opción con claroscuros en Almenar
El primer restaurante que han visitado ha sido en Almenar, donde hemos conocido a Cristina Serrano y la propuesta que hacen en L’Ideal. El civet de jabalí es el plato tradicional con el que han querido ganar. ¿Y cómo ha ido la cosa? La entrada al local no ha gustado mucho, teniendo en cuenta que uno de los rivales -Jordi- ha dicho que no entraría nunca “porque parece un bar de chinos”. Una vez dentro, sin embargo, la decoración y el olor a brasa les ha convencido un poco más. En la cocina lo ha visto todo exageradamente limpio y demasiado nuevo: “Es imposible que una cocina de años esté así de bien. La valoraré con un 5 porque no puede ser así de perfecta”, ha dicho él mismo.
En cuanto a los platos que han servido, también Jordi ha sido el más crítico y ha llegado a poner los ojos en blanco cuando le han preguntado si estaba bueno lo que comía: “Esta salsa está aguada”, ha soltado de entrada. Las elaboraciones tenían muy buen aspecto, aunque la parrilla de verduras la han encontrado cruda. El plato que más les ha gustado, los postres sin ninguna duda.
Marc Ribas había pedido que sirvieran una degustación de su plato tradicional a todos para que pudieran probarlo. La camarera se ha olvidado y ha habido comentarios malos. Los aspirantes han coincidido, después, en que al plato le faltaba “algo”, pero tampoco han especificado demasiado. La nota media ha sido un 6,2, con un 7,3 para el espacio como mejor valoración y un 5,3 como la peor en la categoría del plato tradicional.
El Colibrí de Alcarràs decepciona a los rivales y suspende en la cocina
También Alcarràs ha tenido su momento de gloria cuando han probado las elaboraciones de El Colibrí que defendía Jordi Espinet. No hace ni siquiera un año que está abierto y se encuentra en una gasolinera, pero presentan unos caracoles a la gormanda 2.0 que dicen que no encontrarás en ningún sitio. El aspecto de esta variedad no les ha gustado, pero los han visto bien cocinados y con buen sabor: “Ahora bien, a la gormanda no son”, han lamentado.
Han encontrado carencias en la decoración del espacio, ya que consideran que no queda bien que tenga copas diferentes o unos globos desinflados en la pared. En la cocina también han encontrado inconvenientes porque la han visto vieja y descuidada: “Un cuadro de luces destapado al lado de las freidoras es peligroso y no está limpio”.
Los mejillones los han notado demasiado cocidos y ha habido polémica con el plato del bacalao: “Para mí no es bacalao, debe ser otra especie”, ha dicho Susanna. “Me cago en la p… que duden que es bacalao”, ha estallado el propietario desde la cocina. El resto han dado la razón al chef y ella ha callado cuando Jordi se lo ha recriminado: “Me ha parecido que tenía una actitud agresiva hacia mí y no sabía cómo salir de aquí”, se ha defendido la chica. Después ha acabado reconociendo que había sido un error fruto de los nervios.
El resto de platos los han calificado de “muy buenos”. ¿El resultado? Una nota media de 5,7. La categoría que más ha gustado ha sido la del precio con un 7, mientras que la cocina no ha convencido y ha suspendido con un 4.
La Sènia 40, un restaurante con una pequeña trampa en Albatàrrec
Otro de los rivales tiene el local situado en Albatàrrec, con Susanna Baqué al frente de La Sènia 40. En su presentación, aseguraba que su carrillera de cerdo es la mejor de la zona. El restaurante les ha gustado, ya que han notado “buena energía y buen olor a incienso”. La cocina la han visto “muy grande, superlimpia y bien cuidada”.
Cuando Jordi ha sacado los filtros para ver si había grasa, Cristina no ha podido callarse: “No me puedo creer que precisamente tú hayas hecho eso, que ni siquiera tienes filtros en tu campana”. Y lo ha hecho enfadar más cuando él se ha defendido diciendo que la suya es antigua y está limpísima: “¿Perdona? Que estuvimos allí ayer. En dos meses has tenido tiempo de limpiar”. Y él se ha enfadado muchísimo: “Si te oye mi mujer entra en cólera, que mi cocina está limpia como una patena porque ella se deja la piel”.
La receta tradicional de la carrillera no les ha convencido porque la han visto demasiado moderna. Además, no se han creído que la haya cocinado ella. Marc Ribas ha llegado a entrar a la cocina a preguntárselo directamente y no han convencido sus explicaciones. Cuando después se han encontrado un pelo corto en el plato, se ha confirmado que había cocinado la madre y no ella. Tampoco ha gustado oír gritos entre las cocineras, ya que ha roto la armonía que se sentía. Con el coulant tampoco ha habido magia porque no se ha deshecho el interior de chocolate: “Es una magdalena”.
La nota media ha sido un 5,9 después de las valoraciones de los rivales. El espacio ha encantado con un 8, mientras que en el precio ha suspendido con un bajo 4,7.
El Bar Lídia de Lleida ciudad gusta con buenos platos
¿Y en Lleida ciudad han ido? Pues sí, de la mano de Isidre Codina como defensor del Bar Lídia. Este restaurante familiar presenta la cola de ternera como plato estrella, una opción con buena pinta y que han calificado de “buenísima”, “muy bien cocinada” y “espectacular” entre otros halagos.
En el local han visto buenas energías y han encontrado la cocina acorde con el resto del local. Los primeros platos han gustado mucho y ha recibido un feedback positivo. Cuando Susanna ha vuelto a criticar su plato, los otros se han llevado las manos a la cabeza porque sí que tenían buen sabor los calamares: “Quiero pensar que no tiene paladar”. Poco después de recibir la reprimenda de los otros, se ha levantado de la mesa y se ha ido llorando: “Podría estar mejor… Me he emocionado entre el cansancio, lo que ha pasado y ver que aquí tienen nivel”. Ante esto, Jordi ha dejado caer que su rival podía estar exagerando: “Puede ser que haya querido hacer una sobreactuación para ganar puntos”.
Los platos son los que más han gustado en conjunto, pero esto no se ha reflejado tanto en la nota. La valoración media se ha quedado en un 5,8, con la comida y el plato tradicional empatados con un 6,7 respectivamente. ¿La peor nota? El precio con un 5.
Reproches y mucha tensión en la confrontación final de Joc de cartes
Los nervios estaban a flor de piel cuando grabaron la confrontación final. Cristina se ha indignado cuando la ha oído decir que Jordi le había puesto un 5 a su cocina porque es demasiado nueva y perfecta: “No lo entiendo porque tiene 30 años. Me ha puesto esta nota para no ponerme el 10 y quedar él muy por debajo”. Tampoco ha hecho mucho caso a la crítica de Susanna a su plato tradicional: “Respeto tu decisión, pero tienes dificultades con los gustos y quizás tienes problemas en el paladar”. Cuando ha llegado el turno de Jordi, se ha enfadado porque considera que no han valorado su trabajo. Los otros han reconocido que es “todo un personaje”.
El momento más tenso lo ha protagonizado Susanna cuando los otros han criticado su actitud a lo largo del programa: “No se reconoce a sí misma y ha hecho estrategia. Decías una cosa y hacías otra cosa, has jugado y mucho. Te has sentido tan pequeña que has visto que la única opción que tenías era valorar mal. Acabas de decir que te has emocionado en su restaurante y le has puesto mala nota”.
El Bar Lídia se ha proclamado ganador de la noche después de las notas de Marc Ribas y el premio al plato estrella por su plato tradicional. Gracias a él ha pasado del tercer al primer lugar, de hecho. Todo un espectáculo.
