Enric Calpena (Barcelona, 1960) es, sobre todo, periodista. A su biografía se añade su condición de historiador, de profesor de Comunicación de la Universitat Ramon Llull y de sagaz escritor de novela histórica. Muy recomendable su último éxito, En Guerra (Ediciones 62). En los medios de comunicación catalanes ha hecho de todo: ha presentado el Telenotícies de TV3, ha hecho concursos e incluso, fue subdirector del emblemático Àngel Casas Show. Pero este año ha batido un récord histórico, un adjetivo muy adecuado para el tipo de producto que dirige desde hace más 22 años: mil programas del programa En Guàrdia, en Catalunya Ràdio. Una delicatessen popular de historia que nació cuando a la emisora se la conocía, antes del acomplejamiento, como «Radio Nacional de Cataluña». El equipo de Calpena prepara cinco programas especiales absolutamente recomendables, los detalles de los cuales nos pide mantener en off de the record. El Món conversa con Calpena sobre el programa y sobre la historia. Conversando con él, se entiende por qué el espacio aguanta mil ediciones sin prácticamente cambios. Cómo afirma en la entrevista, la historia siempre sorprende.

Antes que nada, enhorabuena! Mil programas! Ahí es nada, no?

Sí, bien es verdad que es sorprendente. El éxito ha sorprendido la misma empresa seguro! En Guàrdia empezó en 2001, y obviamente un programa de estas características tienes la sensación que tenga que durar muchos años. De hecho, pocos programas tienen esta continuidad, salvo los programas de base, como son los de la mañana, tarde, por la noche o de deporte, que pueden cambiar de presentador o de nombre, pero continúan. Ahora bien, un programa de historia en una emisora generalista… nadie se podía imaginar que durara tanto tiempo y prácticamente con el mismo equipo.

De hecho, el formato tampoco ha cambiado tanto

Solo retoques mínimos. Piensa que el formato nació con el Oriol Junqueras, lo conocí por casualidad. Me propusieron hacer un documental sobre 1714 del cual el asesor histórico era Junqueras, un Oriol muy joven. Finalmente, no hice el documental. Al cabo de pocos días, nos encontramos en la Rambla Cataluña por casualidad y fuimos a hacer un café. En este encuentro, yo le empecé a explicar cómo los periodistas veíamos los historiadores y él como los historiadores veían los periodistas. Ambos interesados en el papel del otro. La conclusión, no muy original, fue que la historia, en general, se explicaba bastante mal y que merecía la pena probar alguna fórmula. Así que pensé, hice un diseño de programa y lo fuimos a presentar a la radio. Nos dijeron que el programa era muy interesante, pero que “no entraba a la parrilla”. Como siempre, otro proyecto que muere. Pero, la sorpresa que fue que después de un año y un mes, me llama el jefe de programas y me dice que tiene un agujero a la parrilla. Eduard Bonet no podía hacer un programa que habían pactado y mira, empezamos el programa y… hasta ahora. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas

Y con la misma sintonía!
Sí, pero retocada! La tendencia era pensar que sería un programa provisional. Lo emitíamos sábado a mediodía, con un presentador que venía de concursos e informativos, con un historiador que en aquel momento nadie conocía. Era un chico que entonces no era ni doctor ni tenía ninguna implicación pública… No parecía que aquello tuviera que durar mucho y, además de historia…

Y más en este país

En este país, sí, sí!  Ahora bien, nuestro planteamiento era positivo y original, y creo que por eso salimos bien. Nos planteamos varias premisas. Primero, que la historia de Cataluña puede ser tan particular como quieras, pero no hay ninguna historia que no sea particular. Hay unas características básicas historiográficas que son perfectamente normales en cualquier país, cultura o colectivo. Y así, decidimos que teníamos que explicar la historia como la de cualquier otro país. Una de las otras premisas fue que centrarnos en la historia de Cataluña exclusivamente sería un error. Era evidente que el programa tenía que ir básicamente sobre historia de Cataluña, pero había que tener una mirada abierta y cualquier hecho histórico resultaba interesante. Y, en tercer término, la narratividad era muy importante, teníamos que encontrar sistemas de explicar la historia bastante narrativa.

De aquí nacieron las reconstrucciones, utilizar las voces tradicionales de Catalunya Ràdio, como Joan Anton Ramoneda, para acercar textos a un público que no estaba acostumbrado a leer textos históricos. La estructura era original, pero las reconstrucciones no, y vimos que varios programas los hacían y lo adoptamos. Hemos hecho algún retoque con estas reconstrucciones. Por ejemplo, que las músicas que las acompañaban siempre eran evocativas pero no ligadas a la época. Teníamos que explicar la historia sin los elementos más pesados. Un programa riguroso y estudiado, pero con elementos modernos que ayuden a entender la historia. Y, en último lugar, el especialista.  

Un punto clave.

Nosotros no teníamos que explicar historia. Desde el principio tuvimos claro que el periodista hace las preguntas, el asesor histórico del programa contextualiza y ayuda a entender los vínculos históricos, y el especialista es la persona que aporta información específica. También diré que después de 22 años con una hora semanal de clase con los mejores especialistas he aprendido. ¡Es inevitable! Por eso hay comentarios que hacía en 2001 o 2003 y que ahora me siento incapaz de hacerlos. Puedo encontrar matices que hace 20 años no encontraba en ninguna parte, y ahora busco más paralelismos históricos que puedan resultar entendedores porque me parece que facilitan la comprensión del hecho histórico. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas

Nunca os habéis planteado dar el paso a la tele? 

Sí, muchas veces. Pero la tele no ha querido. 

Por qué, por presupuesto? 

Sí. No hemos presentado proyectos en si, hemos hablado con directivos. En Guàrdia tiene algunos problemas para pasar a la tele. El formato como tal es demasiado caro para el tipo de público que lograría. Cuando entras en un poco de ficción, los precios se disparan. Un tipo de debate tertulia más ficción, dispara los precios. El 33 no tiene suficiente presupuesto y en TV3 no podría ir para el público, a no ser que hiciera programas para la una de la madrugada. Si cambias el formato y puedes hacer un programa de otro voladizo, sería otra cosa. En la época de Paco Escribano de director de TV3, me propuso hacer un programa, inspirado en lo Great Britons de la BBC, hice un proyecto y mi equipo base pasó a hacer el programa El Favorit

El pòdcast funciona, pero.

De hecho, colgar en internet los programas lo hemos hecho siempre. Pero el sistema de grabar dos por semana, de los cuales uno va directo a la web, nos ha hecho doblar la audiencia en un año. ¡Sobre todo la audiencia a internet, hemos pasado de 25.000 descargas en un año a 100.000 descargas!!! Nosotros tenemos 47.000 oyentes en la emisión de radio que se ven [en la EGM], pero los ciento mil no tienen tanta visibilidad. Ahora tiene un impacto impresionante. La popularidad en las redes o la repercusión se ha disparado. Tiene mucha audiencia en el extranjero. Una curiosidad que siempre explica Josep Maria Solé i Sabaté es que sus colegas del extranjero le dicen que En Guàrdia se utiliza para aprender catalán.

Es un programa que pasan muchas voces y con muchos acentos, con un lenguaje relativamente entendible y nuestro nivel de catalán es bastante correcto para usarse como un modelo. También mucho en el ámbito docente, se utiliza en institutos o en universidades. En Guàrdia tiene una ventaja y es que en menos de una hora tienes un compendio sobre una cuestión determinada. También hay En Guàrdia sobre anécdotas históricas y está bien, es divertido. Pero tenemos muchos programas que son de fondos, y en un formato que lo hace pasable. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas

Los catalanes queremos nuestra historia? 

El problema es que no nos queremos mucho como país nosotros mismos. Puede haber la parte paranoica o victimista, la cual no nos han dejado quererlo. Pero también es cierto que muy a menudo hemos tenido una fuerte tradición caïnita, un país pequeño, sin poder real, sin poder del gordo, hace que los matices sean muy importantes. Así, determinados acontecimientos históricos resultan chocantes. Ponemos un ejemplo actual, el esclavismo. Cataluña fue un país esclavista? Dicho así, no. Es mentira. Ahora bien, hubo gente o poblaciones que se enriqueció gracias al esclavismo? Sí, absolutamente cierto. Pero todo esto está documentado. Ofenderse para decir que hubo esclavismo es estúpido, y decir que Cataluña fue un país esclavista, es estúpido. Es como decir que la importación o exportación de chocolate fue clave para la construcción de Cataluña.

El esclavismo de esta época no es consustancial a la economía catalana en absoluto. Otra cosa es que no hubiera esclavos. Durante los condados de Cataluña, la gran potencia era el Califato de Córdoba. Y dónde compra sus mercancías el grande poder? En su periferia, que son los condados catalanes que suministran esclavos eslavos para venderlos con quién de vez en cuando se peleaban. Es deplorable, pero la historia es así de bestia. Pero decir que Cataluña logra la independencia gracias a las corrues de esclavos es tan falso como decir que Cataluña ha sido especialmente beneficiada por el esclavismo. 

A menudo uno tiene la sensación que Cataluña es la única nación que pide perdón por su historia.

Sí, cuando son de lo más normal. Por ejemplo, los almogávares eran unos hijos de puta? Evidentemente, eran soldados de primer orden, tenían que matar y dar miedo. Cuando se pierde Neopàtria, cuando los almogávares ya son los nietos de los primeros, se han apalancado y son destruidos por otros que son tan hijos de puta como sus abuelos. Ha habido muchos traidores, debilidades y equivocaciones en la historia de Cataluña. Yo estoy convencido que la mayoría de catalanes no desea la situación de Cataluña, no digo que desee la independencia, pero no desea Cataluña como está. Somos un país trastocado, hay muchas cosas del pasado que no reconocemos como propias, constantemente hacemos interpretaciones de todo tipo que nos ofenden o que no sabemos atribuir correctamente. Esto no gusta.

Si te sientes catalán, hay momentos que depende como te sientas catalán te encuentras defendiendo unas cosas indefendibles de tu historia. Por ejemplo, asegurar que Rafael Casanova no fue represaliado, o que Villarroel murió libre, que es cierto pero a las puertas de la prisión de la Coruña. Tú puedes estar convencido que el vínculo de Cataluña con España empezó con un acto de violencia, de acuerdo, pero han pasado 300 años y nos hemos creado otros vínculos y tenemos que reivindicar la historia de Cataluña de manera honesta. Pero esto tampoco pasa. Es evidente que gran parte de los historiadores de Cataluña se sientan ofendidos por determinadas visiones historiográficas españolas que ningunean la historia catalana como si formara parte de una broma anecdótica. Esto explica mucho porque Cataluña tiene una relación extraña con su historia. 

Cuando se creó el Museo Nacional de Historia fue una verdadera batalla ideológica. 

Salió extraño y no ha cambiado. Ni se ha tocado. Y conviene porque, después de 40 años, la visión historiográfica ha cambiado. En cambio, innovan mucho con las exposiciones. La historia en micro, la historia de Cataluña se aguanta bien. Cuando vas a la macro hay mucha gente que no la quiere aguantar. Las visiones esencialistas de la historia de las naciones muy a menudo la mantienen más los historiadores españolistas que los catalanistas. Según este punto de vista, si Cataluña tiene una historia como nación, entonces puede ser independiente. Una postura que no la defienden los historiadores catalanes que aseguran que la historia es otra cosa. De hecho, a los historiadores españoles modernos internacionalmente se los conoce como “velas y cañones”

Como afecta el análisis de la historia desde el presente y con cierta condescendencia?

El presentismo. Siempre ha pasado. Atribuir características éticas y morales del 2023 al pasado no es posible. No todo es justificable. La muerte de los esclavos crucificados a Roma no es justificable éticamente el 2023, y en aquella época había gente, no estaba de acuerdo, pero era consecuencia de una sociedad determinada. Quizás en el futuro, estoy especulando, veremos que el consumo de carne o los combustibles fósiles es un acto contra la natura. Y puede ser que la gente del año 2300 nos consideran unos mal animas para ir en coche. Quizás tendrán razón en aquel momento, pero ahora no lo podemos afirmar. 

Los países con una historia aburrida son los países felices? 

De historia aburrida no hay ninguna. El país más feliz del mundo, según la ONU, es Finlandia. Pero cuando recorres su historia no sé si es para ser tan feliz. Las sociedades ricas tienen unos niveles de bienestar que los permite preocuparse por el esencialismo y no por las algarrobas. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas

Apuntaba el detalle micro para entender las cosas, como el detalle hace el concepto….

La visión micro tiene ventajas y desventajas. Cuando miras solo un hecho específico, si sirve para entender un contexto tiene todo el sentido. Cuando es solo la anécdota es interesante y divertido, y bastante. Por ejemplo, explicamos la historia de las cómodas. Explicar este mueble y como se introduce a los hogares catalanes nos relata como se distribuye el espacio, aparecen las mesas fijas, y la percepción de la vida es diferente, pasamos de la provisionalidad a una concepción familiar muy diferente. Cuando haces macro tienes que dar ejemplos micro. 

También habéis explicado videojuegos, ‘Star Wars’ o Sherlock Holmes? 

Es una visión holística de la historia. Por ejemplo, los videojuegos facturan más que las empresas de cine. Star Wars no nos ha marcado? Nace el 1976 y llega al 1977 y todavía se hacen secuelas o hablamos del “lado oscuro”, son elementos culturales clave en los últimos cincuenta años. Puedo afirmar que Catalunya Ràdio nunca nos ha dicho nada, no tenemos ningún tipo de problema con nuestras pequeñas frikadas: sea hablar de la copla, la tauromaquia en Cataluña o los musicales. Tuvimos alguna crítica cuando hicimos la historia de la homosexualidad, como si no se tuviera que explicar. No tenemos ningún tipo de tabú. 

Dice que estos años has aprendido mucho y me gustaría saber si se le ha desmontado algún tópico.

Muchos. Por ejemplo, dos veces los catalanes invadieron Madrid durante la guerra de Sucesión, con los Miquelets. Esto también te hace ver el mundo de otro modo. Es fácil decir que la historia de Cataluña es tan rara y normal como cualquier otra, pero es mucho más difícil creérselo. Hace años que no nos sorprenden los hechos históricos, pero sí la percepción del que es relevante en la historia. 

Podemos decir que hay un momento trascendental de la historia de Cataluña? 

No lo sé. Pero, en cambio, tengo muy claro cuál ha sido el día más feliz de la historia de Cataluña, el 14 de abril de 1931. Lo tengo muy claro. Hay una felicidad absoluta que se desborda en las calles de Cataluña. Hay una sensación que ha acabado una pesadilla y empieza una historia nueva y muy positiva, muy generalizada. Después empezarán los problemas. Pero aquel día la sensación es que hay vida nueva y que a partir de aquel momento las cosas solo pueden ir bien, ya ves, qué ingenuidad.

Hay otros momentos trascendentes, la guerra de Sucesión con la batalla de Almansa o la presa de Almansa, o el Corpus de Sangre como una rotura de vínculos entre pueblo y soberano, la constitución del Consejo de Ciento de Barcelona o la Diputación del General… son ejemplos del pactismo. Pero no el pactismo del peix al cove, el pactismo en la época medieval o moderna es otra cosa muy diferente. Con perdón de la expresión, el pactismo era poner los cojones sobre la mesa y a ver hasta donde osas llegar, y se pacta. El pactismo es muy importante. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas

Y en el ámbito de la historia universal?

Centrarse en hechos concretos es una visión decimonónica. Es evidente que la bomba de Hiroshima es un hecho, pero había un antes y un después. Hablamos del siglo XX, se entiende por las guerras mundiales o los antibióticos, pero hay tres fenómenos que son claves para entenderlo y no parecen trascendentales. Uno es la aparición de los medios de comunicación de masas, que aparecen al XIX, pero al XX transforman la visión del mundo. El cine, la radio, los diarios y la televisión son tan importantes como internet, es un cambio de paradigma absoluto. Dos, el papel de la mujer, en el siglo XX es de una transformación brutal. Que casi la mitad de la población del mundo tuviera un rol secundario, y que ahora no lo tenga, a pesar del machismo, hemos ganado la mitad de la población. Y, en tercer lugar, los fenómenos de masas de ocio como el deporte o los festivales de música. Son tres fenómenos que explican el cambio de la sociedad y nos ayudan a entender como evoluciona el mundo. Los hechos son importantes, quizás si la nariz de Cleopatra no hubiera sido como era la historia sería diferente… quizás sí…, o el magnicidio de Sarajevo, pero la guerra podía haber empezado antes o después, había una corriente de fondo. 

Con el Proceso se ha hecho historia? 

La historia siempre sorprende. De aquí a cincuenta años quizás diremos que Cataluña es un país independiente con una monarquía de Frolián I de Cataluña, o bien que continúa sin ningún cambio como una autonomía, o que Cataluña es una federación con Lituania… La explicación de las razones por las cuales se producen los hechos las sabremos, pero cuando estás inmerso no lo sabes. Las dinámicas históricas son mucho más largas. 

Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
Enric Calpena, periodista, historiador y profesor de comunicación de la Universitat Ramon Llull de Barcelona 27.04.2023 / Mireia Comas
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