Los viernes siempre son especiales para los seguidores de Com si fos ahir. El final de la semana indica que podrán disfrutar del fin de semana, pero también que se despiden temporalmente del grupo del Reina Sibil·la. En una semana llena de giros de guion, confesiones y traiciones, los fieles espectadores pueden preparar las palomitas para un capítulo explosivo.
Víctor sufre las consecuencias de su traición
Los personajes del Reina Sibil·la tienen personalidades muy diversas, para intentar ofrecer un buen abanico de situaciones. En el caso de Víctor (Pep Ambròs), los trabajadores de la consultoría han tenido que hacer de tripas corazón para no mandarlo a paseo en el primer momento. Es verdad que hace muy bien su trabajo, pero tiene un carácter complicado y hay que respirar un par de veces cuando abre la boca. Después de comportarse como un niño pequeño más de una vez en una lucha de egos insoportable, parece que por fin se ha centrado y está en paz con sus compañeros. Sin embargo, su última jugada puede tener unas consecuencias desastrosas.
Víctor decidió ignorar una regla de oro de la consultoría por un lío pasajero con Daniel, el propietario de un Garden que quería solicitar los servicios de la empresa, pero que Miquel (Eduard Farelo) acabó echando por sus exigencias. Víctor se fue a la cama con él y, para hacerle un favor, se involucró en el negocio gestionando unos contratos y entrevistas. Esto está más que prohibido, pero su idea era mantener una pequeña mentira y dejarlo estar una vez hubiera cobrado. El problema, sin embargo, es que ha dejado algunos cabos sueltos y ahora comenzarán a salir a la luz. Primero fue Cèlia (Sara Espígul), quien se dio cuenta de que el comportamiento de su compañero era un poco extraño, sobre todo después de que recibieran una llamada de un empleado preguntando por Víctor y unas entrevistas del Garden.
En el capítulo de este viernes 4 de julio, su doble cara está a punto de descubrirse. Ivan (Roger Coma) es el único que sabe que Víctor se ha liado con Daniel. Podría parecer algo normal si no fuera porque ha ocultado el favor que ha hecho. Ivan tiene un pequeño problema de incontinencia verbal y le ha contado a Noe (Elena Gadel) quién es su pareja.
Para la secretaria de la consultoría no ha sido nada difícil atar cabos. Si Víctor estaba saliendo con Daniel y además le ha hecho un favor en el trabajo, significa que ha gestionado la tarea sin consultarlo con su jefe y ocultando esta jugada. Noe no duda ni un segundo en llamar a Cèlia para contarle sus sospechas. Las consecuencias de esta traición pueden ser dramáticas.
El secreto de Víctor acaba de explotar
Víctor tiene un problema muy grande y todo está a punto de cambiar. Cèlia y Noe han hecho las consultas pertinentes y deciden avisar a Miquel. Además de decirle que estaba liado con el cliente, le explican que ha estado trabajando para él sin notificarlo a la consultoría. Creen que ha pasado documentos suyos al Garden y por la reacción del socio principal de la empresa, no puede tolerar más líneas rojas de este personaje.
Como Miquel no ha llegado a tiempo, Cèlia es quien se encarga de comunicarle su decisión: está despedido. Víctor se rebota y quiere dar las explicaciones pertinentes, pero su compañera se niega a escucharlo. Le pide que entregue el ordenador e incluso le recrimina que tiene suerte de que no lo hayan denunciado. ¿Será el final de este personaje o conseguirá que Miquel lo perdone?
Los dos conflictos de Cristina
Cristina (Carlota Olcina) tiene dos frentes abiertos actualmente. Por un lado, la gestión de los problemas con las drogas de Itziar (Mar Ulldemolins) provocó una pelea sin precedentes, con un accidente que podría haber puesto fin a la carrera de la chef. En el capítulo de este viernes, Itziar se ha disculpado por sus actos y, aunque las socias de la Barnateca han jugado un poco con sus sentimientos, tenían muy claro que no querían echarla. Parece que la tranquilidad volverá al local de moda del barrio.
Por otro lado, Eugeni (Oriol Vila) no puede dejar de jugar y esta vez, ha cruzado una línea imperdonable. Después de decirle a Cristina que no podía quedar con ella porque tenía trabajo, la mujer se va con su hijo a disfrutar de una actividad de baloncesto que les había regalado el seductor. Eso sí, todavía queda una jugada más. Cristina le ha comprado una camiseta y decide llevarle el regalo al hotel, pero ahí recibirá una terrible revelación que la hará hundirse.
Justo cuando estaba a pocos metros de la entrada del hotel, ve como Eugeni baja de un taxi con la influencer. En pocos segundos, comienzan a besarse apasionadamente delante de ella, aunque no la ven, dejándola completamente en shock. Adrià, su hijo, tiene que tirar de su brazo para que dé la vuelta y vuelva a casa. Es evidente que en algún momento tenía que salir a la luz su nueva traición. Por ahora, los espectadores tienen unos días para digerir toda esta intensidad en un capítulo bomba de final de semana.
