El aumento de las temperaturas abre la puerta al verano. Los personajes de Com si fos ahir son conscientes de que quedan pocas semanas para que la octava temporada llegue a su final, pero antes, los guionistas de la serie diaria de TV3 deben afinar todas las tramas aún abiertas, por lo tanto, los fieles seguidores de la ficción catalana pueden estar tranquilos porque aún quedan muchas historias por ver.
Bernat muestra su lado oculto
La juventud a menudo es sinónimo de cometer errores y darse más de un golpe para aprender la lección y abrir los ojos ante las injusticias y las faltas de respeto. Los personajes más jóvenes del Comsi han ido creciendo al lado de la pandilla del Reina Sibil·la, asumiendo más responsabilidades y, siendo sinceros, siendo torpes más de una vez. Este último mes, la Patri (Lua Amat) ha experimentado todo tipo de sentimientos, desde la euforia porque había conocido a un chico muy guapo, hasta la pena por la ruptura con el Toni pequeño (Oriol Cervera) pasando por la inseguridad que ha creado Bernat que, entre palabras bonitas y un discurso políticamente correcto, ha manipulado a Patri hasta niveles impensables.

La primera reacción, ignorándola porque había quedado para celebrar el cumpleaños de su ex, ya vaticinaba que este chico podía ser problemático. Después, intentó forzarla a mantener relaciones sin protección, pero cuando ella se negó, la rechazó, haciéndola sentir aún más vulnerable. La semana anterior fue mucho peor, dejándola en evidencia en la Barnateca y volteando la situación para hacerla sentir culpable por estar divirtiéndose un rato con Itziar (Mar Ulldemolins). Todo un conjunto de numeritos patéticos que demuestran la relación tóxica en la que ha entrado la camarera del negocio de moda.

Primer aviso contra el novio tóxico
En el capítulo de este miércoles 11 de junio, Itziar se ha topado directamente con su nuevo enemigo personal. Bernat está preparando con Andreu (Marc Cartes) unas reuniones importantes para la fundación, pero cuando la chef estrella de la ficción pasa por su lado, no puede evitar lanzarle una frase envenenada, juzgándolo por estar en la Barnateca controlando a su compañera. Andreu, que suele estar atento a las cosas, se ha dado cuenta de que había tensión y ha preguntado qué pasaba entre ellos. Itziar, por fin, ha revelado las sospechas que los seguidores del Comsi hace días que veían: Bernat es un manipulador, tóxico y narcisista con una necesidad exagerada de controlar la vida de su novia.

Más tarde, cuando Patri le propone cenar juntos, él prioriza los estudios, pero en el momento en que la joven le explica que quiere quedar con Naiara (Daniela Brown), él pone cara de perro y le regala un libro de sociología, forzándola a quedarse en casa porque mañana tendrá examen de la lectura. Ella no ve todas las señales rojas que rodean a Bernat, pero alguien pronto moverá las cartas para hacerla salir de ahí antes de que sea demasiado tarde. La chica se ha quedado en casa cenando con la madre de Andreu, y Bernat se ha pasado la noche entera enviándole mensajes. Su nivel de control es tan grande que incluso llama para saber qué está haciendo, si ha leído el libro y además, cuando escucha un poco de ruido, la acusa de haber quedado con el chico con quien estaba bailando el otro día.

Para demostrarle su fidelidad, le envía una fotografía de todos cuatro, pero por la cara que hace Andreu, ya se huele que hay algo que huele a quemado. Patri no se da cuenta, pero ha empezado a salir con un chico que está controlando completamente su vida. Andreu sí se ha fijado y decide introducir el tema con cuidado, pero la chica se cierra en banda y justifica todas las obviedades del enfermero. ¿Qué más hace falta para poder romper esta relación abocada al fracaso?

Itziar asume un nuevo reto en el hotel
La llegada del seductor ha supuesto cambios muy importantes. Más allá de las conquistas de Eugeni (Oriol Vila) que, ahora por ahora, parece más relajado que los primeros días, su personaje ha creado oportunidades de trabajo nuevas para Itziar. La chef de la Barnateca trabaja también los fines de semana en el hotel, asumiendo más horas de las que puede e incluso quedándose dormida al lado de los clientes porque no ha podido descansar lo suficiente. Gemma (Àurea Márquez) siempre ha sufrido por la personalidad de esta mujer, que a pesar de ser una chef impresionante, suele despistarse con facilidad.

En este episodio del ecuador de la semana, Eugeni ha encargado un menú degustación para el verano. Sabe que sus platos triunfan y viendo que las críticas que ha recibido son excelentes, quiere aprovechar su éxito. Es evidente que ella dirá que sí, las libertades del hotel para hacer platos de vanguardia se alejan de los bocadillos de jamón y los pasteles de la Barnateca, pero ¿esto afectará su doble vida? Al terminar en la Barnateca, finge que necesita acabar un par de cosas, cuando en realidad ha organizado un encuentro con Lorena, su amiga, para preparar el menú especial del hotel.

Una decisión crucial: la Barnateca o el hotel?
Cuando acaba de prepararlo todo, se queda para organizar todos los encargos del catering a pesar de que son las tres de la madrugada. Lorena la insta a dejar la Barnateca, pero ella se niega rotundamente, alegando que este negocio es su casa y no puede dejarlas tiradas. Por ahora, parece que tiene muy claras las prioridades, pero ¿qué pasará cuando el seductor doble la oferta del hotel? ¿Acabará eligiendo un futuro de platos de alto estándar llenos de técnica o aún preferirá preparar el plato de la chef para los amigos de la pandilla? Aún quedan un par de capítulos más que prometen exprimir las tramas destacadas de la semana.