Este miércoles, 5 de marzo, Com si fos ahir celebra un hito muy especial: 1.500 capítulos de la serie que triunfa cada mediodía en TV3. Después de ocho temporadas de emisión y de consolidar una sólida base de seguidores, Com si fos ahir ha preparado una jornada muy especial para los fieles espectadores. El Món habla con Carles Mallol (Figueres, 1981), escritor, dramaturgo –está a punto de estrenar Marie, la roja en el TNC, montaje en el que firma la dramaturgia sobre un texto de Rosa Maria Arquimbau– y director argumental de la serie, después de haber sido guionista de otras series como La Riera.
Como director argumental, usted debe ser un guionista de guionistas…
Com si fos ahir es un trabajo diario, hacemos un capítulo cada día desde hace ocho años. Por lo tanto, necesita una maquinaria muy amplia. En total somos trece guionistas aunque yo ahora mismo soy el coordinador de guiones. Mi trabajo es revisar qué hacen los demás guionistas y marcar un poco la línea editorial, generando este diálogo entre todos los equipos. Concretamente, hago escaletas, biblias, guiones, diálogos… Me paso el día leyendo, retocando, consultando… Al final es dialogar con todos y editar la serie según la estableció la directora, Núria Furió, manteniendo su esencia.

¿Cómo gestionaron el salto de una producción como La Riera a hacer Com si fos ahir?
La Riera era una manera de contar historias muy diferente, pero nos basábamos más en el tremendismo, en historias más truculentas, misterios y luchas de poder entre familias… Todo eso Núria Furió lo quiso cambiar, también porque la tele se lo pidió. La apuesta de Com si fos ahir es claramente lo contrario, es rebajar todo eso y potenciar unos elementos que al principio eran arriesgados. Siempre que hay un cambio de serie, la gente está acostumbrada a una cosa, y más con las series de larga duración. Al principio fue un impacto, era una apuesta muy clara de todo el equipo, pero la recepción cuesta. Fuimos ajustando el tono y algo que hizo muy bien Núria fue no traicionarse. Con este tono y esta mirada que es tan cotidiana, llena de ironía, mostrando las miserias pero desde la diversión, basándose también en los enredos amorosos…
¿Cómo han sido estos ocho años de Com si fos ahir?
La serie se ha ido transformando con los años, ahora es mucho más social, con una mirada muy amplia hacia la diversidad, con una voluntad de discurso moral en muchos sentidos… Esto quizás no estaba en la cabeza de Núria al principio, pero una serie de larga duración debe ser viva y para hacerlo no nos podemos mantener estancados. Y esto es muy divertido de hacer y de ver cómo la gente responde.
¿Les influyen las reacciones del público en las tramas de la serie?
Es muy difícil tener en cuenta la opinión. En cuanto a opinión, con el mundo de las redes se ha abierto tanto… Hacemos un poco de caso a nuestro criterio, que somos doce guionistas más unos directores y directoras, un equipo de producción… y entre todos vamos comentando. De vez en cuando la televisión hace estudios de calidad que nos sirven para confirmar intuiciones que ya tenemos nosotros mismos, pocas veces esto nos ha sorprendido.
¿Qué cree que hace que los personajes atrapen a la audiencia?
Precisamente porque es una serie de personajes. Núria quiso construir una serie que fuera de personajes, no de tramas. Evidentemente, hay tramas que deben enganchar, al principio fuimos muy ciegos con esto, haciendo protagonistas a los personajes y las tramas debían ser pequeñas cosas. Pero llegó un momento que había que crear una serie que enganchara. Pero la idea era hacer una serie de personajes, que tengan capas, carisma, eso es la clave. Porque hay una capacidad de empatía de los espectadores con lo que sucede.
¿Cómo se ha conseguido?
Hay un cuidado de la interpretación, de los detalles, que si no fuera por eso esta serie no se salvaría. En una producción así hay muy poco tiempo para hacer cada secuencia, por lo tanto, a nivel de ensayo es muy limitado. Lo que no han querido hacer nunca es escatimar en cuidar bien los detalles y que cada actor y actriz entienda por qué está haciendo esto. Cuando haces una serie diaria, la gente tiene ganas de que los personajes sean su familia.

¿Cree que puede ser la versión de Gent de barri catalana?
Eso nos lo dice la gente. Por la duración, bueno, tengo la sensación de que estamos en un servicio público y que debe haber renovaciones. Está bien que funcione y poder alargarlo, en el ámbito de producción aún tenemos muchas historias por contar. A nivel de historias, una serie como Com si fos ahir permite alargarse porque no quemas tanto a los personajes. No es que la tuviéramos como referencia, pero sí que hay cosas similares.
La serie trata temas muy actuales, las relaciones, el trabajo, la familia… ¿Cómo deciden qué temas abordar para mantener el interés del público?
Ahora mismo se está generando la biblia del argumento de la novena temporada, que se empezará a emitir en septiembre. Evidentemente con todo el proceso que viene después, podemos ir incorporando o modificando cosas, pero el argumento ya está hecho. A partir de aquí bebemos de una realidad, somos muy conscientes de que somos un altavoz, un espejo, y que si nosotros no hablamos de ciertas cosas, hay gente que no tiene la opción de hablar de ellas. Realmente tenemos la suerte de que 3Cat nos permite hablar de lo que queramos y lo celebra. Da una visibilidad a necesidades que tiene la sociedad, es una serie de entretenimiento y social. En temporadas anteriores contamos el caso de Sílvia (Montse Germán) que sufrió una agresión sexual dentro de una relación. Evidentemente, es algo que está en la calle y decidimos hablar de ello. No tenemos vergüenza a la hora de tratar todo tipo de temas, aunque tenemos algunas limitaciones por el horario en que se emite, pero tenemos ganas de hablar de muchas cosas y es una de las razones que nos motivan, poder contar cosas que cambian tu vida cotidiana.
¿Las muertes al final de temporada, pueden convertirse en una marca identitaria de la serie?
Núria Furió dijo desde el principio de la serie que no quería muertes, aunque es algo muy vistoso. La muerte de Quim (Jordi Rico) fue una imposición casi porque el actor nos comunicó que dejaba la serie, aunque estaba contento, y como no habíamos matado a ningún personaje aún, decidimos hacerlo con él. Le dimos esta muerte un poco absurda, vinculada sobre todo al personaje, que de nuevo no era una muerte truculenta. En el caso de Ainhoa (Gemma Brió) sí que fue un poco dramática porque lo que nos pasó es que nos fuimos enredando con la truculencia del personaje y necesitamos hacer un final así porque si no habría quedado muy colgado. Ahora, a partir de aquí no es que hayamos decidido entrar en el mundo de los muertos.
Esta temporada los jóvenes van tomando peso en las tramas, ¿su objetivo es ampliar la audiencia hacia este público?
El target de esta serie nunca serán adolescentes de quince años, nos cuesta mucho pensar que ampliaremos hacia esta audiencia. Que tomen más peso en las tramas lo hacemos porque en el fondo así podemos contar más historias. Tú cuando miras una trama de los jóvenes también te puede gustar teniendo cuarenta años. Es verdad que identificarte quizás es más fácil si eres joven, pero también hay que destacar que tenemos un elenco de actores y actrices jóvenes que mola mucho poder darles este espacio en la serie para que se entrenen.
Esta semana estrena un nuevo proyecto, Marie, la roja en el Teatre Nacional de Catalunya…
Es una obra de Rosa Maria Arquimbau, que yo he creado la dramaturgia. He hecho una versión que se acerca más a la actualidad y se trata de una obra que es muy feminista, con una mirada muy contundente para ser del año 1938, protagonizada por Carlota Olcina, la Cristina de Com si fos ahir y que estrenamos este jueves.
¿Su papel en la serie se verá afectado?
Las afectaciones, lo que pasa siempre cuando los actores y actrices tienen otras producciones, es cuestión de ajustar horarios. Pero vivimos con eso, porque los dos mundos deben retroalimentarse. En este sentido, sí que hay algunos personajes de la serie que nos piden no salir en un tiempo porque tienen alguna película, pero en el caso de Carlota es totalmente compatible.

Esta semana llega el capítulo 1.500 de la serie, ¿qué sorpresa tienen preparada?
Cuando la tele nos dijo de hacer algo al respecto, nosotros pensamos en hacer un capítulo de la misma duración que todos, pero buscando la esencia del Comsi, que son sus personajes. Será un capítulo donde el grupo tiene un encuentro un poco peculiar y sobre todo divertido. Estamos en un momento de las tramas en el que no tenemos un drama total, por lo tanto, decidimos potenciar lo que tiene el Comsi que es la relación de estos amigos. Sí que creo que lo que caracteriza el episodio 1.500 es que todos los personajes están pasando por una miseria emocional individual bastante grande, y ahí lo hemos querido potenciar con un poco de ironía y humor. También hay presencia de tramas con un tono un poco nuevo, hemos incorporado el thriller con Naiara -que también aparecerá en este episodio del miércoles- para celebrar estos pequeños cambios.
La trama de las primas también está gustando mucho…
Esto también saldrá en el capítulo 1.500 porque es una de las tramas bomba de la temporada. Ellas tomaron de la vida real el personaje del estafador del amor y a partir de ahí fueron estirando la trama. El enredo de las primas con la misma persona es un mecanismo que nos ha dado mucho juego y que Meritxell Huertas y Míriam Alamany encontraron muy divertido también. Es una historia que hace reír, pero que en realidad es muy triste porque lo que les está pasando es muy fuerte. Es una trama que nos ha dado mucho juego porque cuando la comedia toca temas dolorosos es muy guay.
En el caso de que las audiencias dejen de responder a Com si fos ahir, ¿tienen alguna alternativa preparada?
Nosotros ahora estamos trabajando con Com si fos ahir, pero los que deciden cuándo viene una nueva serie son los de la tele.
¿Habrá alguna novedad o cambio importante en la novena temporada?
No te puedo decir prácticamente nada, solo que habrá una gran conciencia de grupo y una trama que los afectará de manera importante.