Esther Uria ha fallecido a los 55 años, después de unos días ingresada en el Hospital Donostia. La actriz, conocida por sus participaciones en Cuéntame cómo pasó y Hospital Central, se suma a la larga lista de intérpretes talentosos que han perdido la vida cuando aún eran muy jóvenes. En su caso, 20 Minutos explica que le habían diagnosticado una enfermedad contra la cual había estado luchando. Sin embargo, no se trataba de un problema de salud que se hubiera prolongado en el tiempo, sino que desgraciadamente ha sido un proceso rápido.
La actriz y pedagoga comenzó en el mundo de la interpretación con La cacatúa verde de Mario Gas, lo cual llamó la atención de muchos expertos de este mundo que rápidamente se dieron cuenta de que podía ser una de las actrices revelación del País Vasco. Si realmente se hizo conocida mediáticamente fue por sus papeles en la televisión española, eso sí, cuando la contrataron como participante de Hospital Central y Cuéntame cómo pasó donde se puso en la piel de Arantxa. Antes, la habíamos visto en la ETB donde ganó fans entre sus televidentes. A algunos les puede sonar también de otras series como El doctor Mateo o El comisario. Con todo, una trayectoria interesante y larga que demuestra que había encadenado varios trabajos interpretativos.

Esther Uria había estudiado Pedagogía, su otra pasión más allá de la interpretación
Lo que pocos sabían era que, además de actriz, también se ganaba la vida como pedagoga. Esta era su otra pasión, la que descubriría en 2008 cuando comenzó a estudiar la carrera. Cuando la terminó, hizo un máster en Formación de Profesorado de Secundaria y también se supo que escribió una tesis sobre el teatro como forma de pedagogía que permitía fomentar la convivencia entre alumnos de instituto.
En ese momento, Esther combinaba los estudios con su trabajo en los escenarios. En una entrevista, decía que no podía evitar ver las clases «como un espectáculo» y que siempre había visto mucha relación entre un actor y un profesor: «Los intérpretes debemos saber hablar, dirigirnos a un público y que nos entiendan como deben hacer los profesores«.
En 2013, creó una obra de teatro con su pareja que tenía la risa como motor principal. Todos los que la conocían decían que era una persona empática, inteligente y muy creativa. Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencia hacia ella, una actriz que deja un poco más ordenado el mundo del teatro y la televisión.

