La Interpol ha hecho un llamamiento internacional de la mano de las diferentes policías nacionales para identificar los cuerpos de 46 mujeres que se han encontrado muertas en los últimos años en seis países diferentes de Europa. Esta acción pretende resolver posibles asesinatos que en algunos casos se remontan hasta 40 años atrás. En el caso de Cataluña, hay cuatro mujeres muertas que todavía no han podido ser identificadas desde hace más de dos décadas.
En concreto, los casos catalanes son el de una mujer encontrada muerta el 27 de enero de 1999 en una habitación de hotel de Premià de Mar (Maresme), una segunda que apareció en una granja de Sant Julià de Ramis (Gironès), una tercera que se encontró el 3 de noviembre del 2003 en una carretera de Malgrat de Mar (Maresme) y una última localizada el 3 de julio del 2005 en Viladecans (Baix Llobregat). Además de los cuatro casos de Cataluña, hay tres más en todo el estado español. Estos son el de una mujer encontrada muerta el 9 de julio del 2019 en Ibiza, otra el 26 de marzo en Madrid y una última en Bilbao.
En la mayoría de los casos, las mujeres son de fuera del país donde fueron encontrados sus cuerpos. A pesar de las investigaciones policiales, no se ha conseguido identificar a las víctimas. En los avisos internacionales se incluyen imágenes reconstruidas de la cara, así como elementos de ropa, joyas o tatuajes que se encontraron en los cuerpos por si alguien los reconoce.
Un caso para la esperanza
Esta iniciativa de la Interpol se basa en el éxito del llamamiento hecho con la campaña Identify Me en mayo del 2023 para identificar a 22 mujeres muertas, a la que respondieron unos 1.800 ciudadanos. Entonces se resolvió un caso que había estado sin solucionar durante 31 años. Se da la circunstancia que, dos días después de iniciar el llamamiento, el 10 de mayo del 2023, unos familiares de Rita Roberts llamaron desde el Reino Unido al reconocer el tatuaje de la mujer al ver la noticia del llamamiento en la televisión. La víctima había salido de Cardiff en febrero del 1992 y su cuerpo se encontró en Amberes el 3 de junio de aquel mismo año.